Nuevos colectivos se unen a los sindicatos contra los recortes

Desde que los sindicatos empezaron a movilizarse en los viernes negros el pasado mes de mayo, muchos han sido los colectivos que se han ido uniendo, recorte tras recorte, a una iniciativa que surgió para protestar contra los ajustes del Gobierno de Mariano Rajoy. Este viernes, vestidos de negro, funcionarios y nuevos colectivos sensibilizados con su protesta, se han concentrado frente a las delegaciones de Gobierno en Valencia y Alicante.

“Trabaja según te pagan, trabaja según te tratan”, rezaba la pancarta del Sindicato Unificado de Policía (SUP). “Estamos hartos y cansados del maltrato de este Gobierno”, precisaba en Valencia Roberto Villena, Secretario General del SUP en la Comunidad Valenciana. Junto a ellos, nuevos colectivos como los funcionarios de la prisión de Picassent o los trabajadores de la empresa pública Vaersa, protestaban por un conjunto de problemas que ya no afectan solamente a los funcionarios.

“Venimos porque peligra que la casa siga abierta por los impagos del Consell”, explicaba ayer en la protesta convocada por los sindicatos en la plaza de la Montañeta de Alicante, Rosa Prieto, coordinadora del centro Veritas de Cáritas. La “casa” atiende a 18 enfermos de sida en fase avanzada — “el único recurso que hay para ellos”, remarcó Prieto. Pero los más de 400.000 euros que, sobre todo la Consejería de Sanidad debe al centro de 2011 y 2012 les están ahogando. “Podemos aguantar como mucho hasta diciembre”, agregó contundente. Por eso ayer, y al grito de “Fabra, por favor, paga la subvención”, una veintena de cuidadores y enfermos participaron en la protesta que los sindicatos han convertido en habitual los viernes contra las reformas y los recortes.

No eran los únicos que ayer se estrenaban en este foro de quejas junto a CC OO, UGT, USO o Intersindical Valenciana. El Grupo de Cooperación al Desarrollo del Colegio de Enfermería de Alicante también se estrenó ayer. El motivo: el decreto que hoy se hace efectivo y “que va a restringir los derechos sanitarios de muchos. Retrocederemos 20 o 30 años en el sistema sanitario”, resumía Lidia Montero.