“Mi nieta está enferma y en la calle”
Shakira, de 6 años, ha dormido en una furgoneta después de que el Ayuntamiento de Madrid derribara la chabola donde vivía El Consistorio asegura haberles ofrecido alternativas que han rechazado
Shakira duerme en una furgoneta. Estos días no, porque la están tratando de un tumor cerebral en un hospital de Pamplona, pero su abuela, Milagros, teme que cuando le den el alta tenga que volver al improvisado poblado en el que toda la familia lleva viviendo desde que el Ayuntamiento de Madrid derribó la chabola donde residían el 17 de julio pasado. Milagros habla por el móvil desde la Clínica Universitaria de Navarra, donde Shakira, de 6 años, se recupera de la intervención. "Le han quitado una parte, pero está muy mal. Peor ya no podría ser", dice, con la voz quebrada.
Milagros cuenta que el poblado de Puerta de Hierro, al oeste de la capital, ha sido su hogar durante cerca de cincuenta años. Allí ha criado a sus cuatro hijos y se estaban criando sus 12 nietos. El 19 de enero de 2011 el Consistorio madrileño derribó la chabola de su hijo José, el padre de Shakira. "Eran las cuatro de la mañana, hacía muchísimo frío y no pudo ni sacar los zapatos de ir al colegio de los niños", relata. La pareja y los tres hijos se fueron a vivir con ellos. En algo más de 100 metros cuadrados vivían 22 personas. "Era un espacio reducido, pero teníamos un techo", dice.
"La niña empezó a encontrarse mal hace dos meses. Le dolía mucho la cabeza. Al principio pensaron que era del oído, pero luego se le empezaron a poner mal un ojo y se le paralizó parte de la cara. Le hicieron una resonancia y vieron que tenía un tumor", cuenta Milagros. Durante buena parte del proceso de visitas al médico y pruebas diagnósticas la niña y el resto de la familia han estado viviendo en varias furgonetas aparcadas en la glorieta de Puerta de Hierro "y en dos tiendas de campaña que nos ha dejado gente del 15-M", asegura.
"Mi nieta está enferma y en la calle. El Ayuntamiento y el resto de administraciones nos han ignorado", se queja Milagros. Amnistía Internacional ha hecho público su caso hoy. “Los últimos desalojos forzosos llevados a cabo el pasado 17 de julio no han hecho más que incrementar la ya dramática situación de las 300 personas, 70 de ellas menores, que siguen permaneciendo en el poblado ante la falta de un alojamiento alternativo adecuado”, denuncia en un comunicado. El caso más grave es el de Shakira. La organización ha empezado una campaña online que permite enviar un fax a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para protestar por la situación de la niña.
El Ayuntamiento, por su parte, asegura haber dado alternativas a la familia. Reconoce que no ofreció una vivienda a los padres de Shakira porque no cumplían "las condiciones exigidas para ser realojados". No estaban empadronados, afirma un portavoz. Sí la ofrecieron a los abuelos. "Se negaron a aceptarla para su realojo por lo que, finalmente, con el correspondiente mandamiento judicial, fueron desahuciados, y demolida la construcción ilegal, el pasado 17 de julio de 2012", señala el Consistorio.
Milagros dice que el Ayuntamiento no ha hecho más que engañarles y engañar a los jueces para que autorizaran el desalojo. Un auto del juzgado contencioso administrativo número 12 de Madrid, de 26 de diciembre de 2011, denegó al Consistorio la autorización para derribar la chabola de los abuelos. Milagros y su marido alegaron, según recoge el escrito judicial, que solo les ofrecían una vivienda de dos dormitorios en régimen de alquiler. "Nosotros siempre nos hemos ofrecido a salir voluntariamente, pero cuando nos realojaran a los 22 de la familia", señala Milagros.
El magistrado menciona en el auto que en el expediente no figuraba la oferta de la vivienda: "El único dato que figura [...] es una copia de un correo electrónico sin firma, en el que persona no identificada afirma que el sr [...] no procedió a la firma de un presunto contrato. La adjudicación de la vivienda debe constar notificada individualmente al interesado". El Ayuntamiento adjudicó a los abuelos un piso de alquiler en la calle Castillejos de la capital en marzo de 2011. Lo rechazaron, asegura.
Según asegura Giulia Tamayo, responsable de Investigación de Amnistía Internacional, posteriormente el Ayuntamiento acudió al juzgado número 3, y no al 12, "argumentando que el realojo había sido rechazado". "Nunca notificó a las personas afectadas ese supuesto rechazo", añade. "El juzgado número 3 dio la orden de entrada sin verificar ni tomar en consideración que el 12 había condicionado la entrada al realojo de la familia". Eso mismo dice Milagros: "Fuimos a firmar, pero el piso era solo para nosotros y la familia de mi hija Catalina, y ninguno de ellos figuraba en el contrato. Presentamos alegaciones y no nos contestaron", asegura.
"No nos negamos a pagar lo que haya que pagar. Solo queremos que, cuando volvamos con Shakira a Madrid, ella y mis 12 nietos no tengan que estar en la calle como ahora. Somos personas humanas", se lamenta.
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