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El PP expulsa al alcalde de Manacor por su apoyo al catalán

Antoni Pastor fue hasta hace apenas dos meses vicepresidente de los populares en Baleares

La fractura del PP balear por la cuestión lingüística se oficializó ayer con la expulsión definitiva del partido de Antoni Pastor, alcalde de Manacor, diputado autonómico y, hasta hace apenas dos meses, vicepresidente de la formación en las islas.

En junio, Pastor rompió la disciplina de su partido al votar, por segunda vez, contra la reforma que rebaja el conocimiento del catalán de requisito oficial a simple mérito para los nuevos funcionarios. En una polémica sesión parlamentaria, Pastor se alineó con la oposición y argumentó su decisión “por el desprestigio que supone esta medida para la lengua catalana y por la fractura social que genera, al romper el pacto sobre normalización lingüística”, vigente y estable en Baleares desde hace 25 años. Tras la votación, Pastor fue suspendido de forma cautelar y, ayer, el comité de garantías del PP acordó, por unanimidad, su expulsión. El ya exafiliado popular podría ingresar en las filas de dos grupos moderados en proceso de fusión: Convergència per les Illes, nacida de la extinta Unió Mallorquina, y la Lliga Regionalista, liderada por otro antiguo dirigente del PP, Jaume Font.

La reforma impulsada por el PP supone una modificación de la Ley de Normalización Lingüística fijada por consenso en 1986 y ha originado una fuerte contestación en los ámbitos político y cultural de las islas durante su tramitación parlamentaria y tras su aprobación. Diversas agrupaciones locales del PP, entre ellas las de Sa Pobla, Fornalutx, Felanitx, Mancor de la Vall, Maria de la Salut, Selva y Santanyí, se han desmarcado de la norma y han anunciado su intención de mantener el catalán como requisito para todos sus trabajadores.

Rechazo social

Desde la oposición, la portavoz parlamentaria y secretaria general del PSIB-PSOE, Francina Armengol, habló de un “genocidio cultural en toda regla” y acusó al presidente balear, José Ramón Bauzá, de tener “una obsesión enfermiza contra el catalán”. Biel Barceló, líder de la alianza nacionalista y de izquierdas PSM-Iniciativa Verds-Entesa per Mallorca, lamentó que el PP certificara “la defunción del catalán en la Administración”.

El rechazo social a la política lingüística del Gobierno de Bauzá se plasmó en una multitudinaria manifestación convocada, en marzo, por la Obra Cultural Balear.

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