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Sants es diferente

Las 15 calles decoradas reciben una pierna de jamón, una cesta de comida y vino

Camilo S. Baquero
Momento de celebración en la plaza de la Farga
Momento de celebración en la plaza de la FargaENRICO BARAZZONI

El parque de la Espanya Industrial fue ayer el escenario del premio al mejor decorado callejero de las fiestas mayores de Sants, en Barcelona. Una gran estelada coronó un sencillo escenario por el que circularon uno a uno los comités ganadores. A diferencia del concurso de Gràcia, aquí solo las tres primeras calles conocen su calificación. El resto se llevan el reconocimiento y el aplauso. Eso sí, todas se van a casa con un jamón y una cesta con comida y vino por cuenta de los patrocinadores. Sants es diferente.

La cita era a las 19.30 horas, pero desde antes las sillas dispuestas ya estaban repletas, en su mayoría por muchas señoras que visitaron la peluquería con antelación, ataviadas con galas de domingo y abanico que solo paraba para aplaudir. El podio lo conformaron la plaza de la Farga y las calles de Sagunt y de Alcolea de Baix.

Este año, la organización decidió quitar el tradicional listado de posición de las calles y, de paso, ahorrar la vergüenza pública de ser la menos bella. Todo un debate abierto. A diferencia de Gràcia, donde año tras año parece haber una mayor solemnización del concurso, no había tanta tensión en el aire, las cábalas eran un poco más amables. Y al concejal Jordi Martí (CiU) y al presidente del distrito, Quim Mestre (ICV-EUiA), los recibieron con aplausos en lugar de silbidos.

Una representante del jurado nombraba cada calle, pero al escenario no subía una representación de la comisión de fiestas de cada calle, como sucede en Gràcia. Al mejor estilo de pueblo, todo el grupo tomaba la tarima para la foto de rigor, levantar el jamón al cielo y besar a los miembros de la mesa principal. Una oda al carácter santsenc y una reivindicación a la fiesta popular.

Tras la ceremonia y alguna que otra sardana, la fiesta continuó en las calles. En la plaza de La Farga el cava esperaba al equipo liderado por Daniel Català. Esta calle lleva 31 años participando en el concurso y en el pasado ha tenido también días de gloria. La última, hace cuatro años, cuando optaron por disfrazar la vía con arreglos inspirados en Volver al futuro. “Quiero agradecer especialmente a las personas mayores que hayan dedicado su tiempo a este proyecto”, dijo Català. El relato minero fruto del trabajo incluía galerías, un tren para llevar el carbón y hasta recortes de diario sobre la minería hoy.

La decoración de la calle Sagunt está inspirada en la canción Qualsevol nit pot sortir el Sol, de Jaume Sisa. La de Alcolea de Baix, el tercer lugar, es un más conceptual, y gira en torno a la idea de las cosas que están a medias o que son la mitad de una cosa. Precisamente, de sus organizadores salió uno de los mensajes reivindicativos de la jornada. “Que las únicas cosas a medias sean las de nuestra calle. No queremos ni sanidad a medias ni educación a medias”, gritó uno de los chicos.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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