El PP busca llegar con López y Urkullu a un acuerdo de no pactar con EH Bildu

El PP vasco está convencido de que en las próximas elecciones autonómicas —cuya celebración sitúa en noviembre— se juega la formar de salir de la crisis, pero, sobre todo, hacer frente a un pulso independentista en el que ve implicados al PNV y la izquierda abertzale. Por eso, ha dado un nuevo paso sobre el que va a ser el núcleo de su programa y de su campaña electoral. Antonio Basagoiti presentó ayer públicamente en Bilbao la oferta que trasladará en unas semanas en un documento a socialistas y peneuvistas: cerrar un pacto para “blindar los pilares democráticos” y garantizar la convivencia.

Los populares ven la campaña “más trascendental que cuando ETA mataba”

La intención de los populares vascos y de su presidente es tejer una complicidad con Iñigo Urkullu y Patxi López, los líderes del PNV y el PSE, para que el cese definitivo de ETA no se convierta en “el prestigio de un proyecto independentista que lleva el sello” de la banda, como aseguró en su comparecencia. En la izquierda abertzale y el avance que registrará en las urnas en su regreso a la Cámara de Vitoria ve el PP el riesgo de una “involución democrática”. Ya lo dejó escrito el partido en la ponencia política que aprobó en su congreso regional del pasado mes de mayo y ayer lo repitió Basagoiti.

La intención de los populares al final del diálogo que entablase con las otras dos formaciones sería comprometer a PNV y PSE a no pactar tras los comicios con EH Bildu, la marca con que la izquierda abertzale acudirá a las urnas, según fuentes de la ejecutiva del PP.

La iniciativa, en la que no figurará explícitamente ese compromiso de no pactar, que los populares entienden como el punto final de su propuesta, se plasmará en un documento en el que ya trabajan el propio Basagoiti y el portavoz adjunto del partido en el Congreso, Leopoldo Barreda. Estará ultimado en unas dos semanas para luego trasladarlo a sus destinatarios, según dichas fuentes.

Hay que “poner en valor” lo hecho, poder vivir en paz “de manera definitiva”, dijo ayer Basagoiti tras reunir a su comité de dirección para avalar formalmente la iniciativa. “Fuera de eso, sólo se fortalece la sinrazón de Bildu y su pasado”, añadió.

La tesis es la misma que se repite en el PP, tanto en Euskadi como en Madrid, o en el Ministerio del Interior: la derrota de ETA no se puede convertir en una victoria de sus ideas políticas. Por ello, la campaña electoral va a ser “quizá más trascendental que cuando ETA asesinaba”, sostuvo Basagoiti en una comparecencia a la que quiso dar solemnidad haciéndose acompañar por media docena de miembros de su dirección.

Los dos ejes sobre los que los tres partidos podrían empezar a trabajar sería, detalló, “garantizar que todos los ciudadanos puedan expresar sus opiniones con plena libertad en una Euskadi libre de amenazas y extorsión” y que “ningún proyecto pueda pasar por encima de la pluralidad de los vascos”.

El acuerdo habría de ser sobre principios políticos, y no implicaría cambios legales, por lo que el PP descarta plantear iniciativas en el Congreso.

La posibilidad de llegar un acuerdo se antoja difícil, máxime con una campaña electoral en puertas. Los socialistas ya adelantaron ayer sus discrepancias y, aunque el PNV guardó silencio oficial, en las propias filas populares se considera que “al PNV le cuestan mucho todos los acuerdos para dejar a Bildu en la cuneta, aunque lo quiera hacer”.