Con la policía en los talones
El estallido de la burbuja inmobiliaria abocó a la colonia de inmigrantes a la venta en las calles
Los más veteranos llevan ya tres décadas en Alicante. Salieron de Senegal huyendo de la miseria. En los primeros años, el colectivo (879 inmigrantes censados en la actualidad) se ganó la vida en múltiples actividades, especialmente la construcción y también la venta ambulante.
El estallido de la burbuja inmobiliaria abocó en masa a esta colonia de inmigrantes a la venta en las calles de la ciudad, compartiendo manta con otros inmigrantes en los escenarios tradicionales de esta práctica, la Explanada y los paseos marítimos del Postiguet y San Juan.
Estos y el resto de manteros defienden con uñas y dientes su botín (los productos que compran en comercios) del acoso policial contra la venta ambulante.
Tradicionalmente han sobrevivido, conscientes de la ilegalidad de su actividad, a golpe de zancadas por las calles de la ciudad huyendo de su pesadilla diaria: la policía.
La noche del pasado sábado, día 4, varios manteros de nacionalidad senegalesa no corrieron cuando dos policías locales iban a identificarlos y requisarles la mercancía, sino que esperaron a los agentes y comenzaron a agredirlos con sillas de madera y tubos de hierro. El resultado fue un agente herido grave y otro menos grave.
“Defienden la mercancía porque si se la quitan, se quedan sin nada”
¿Por qué este grupo de senegaleses quebró su habitual pauta de comportamiento, es decir, salir corriendo con la manta al hombro, y esperó a los dos agentes? Oficialmente la pregunta no ha sido respondida. El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Seguridad, que dirige Juan Seva, y el subdelegado del Gobierno, Alberto Martínez, han calificado los hechos como “una emboscada”. “Tenían la intención de matar a una persona”, aseveró el subdelegado. Pero ninguno explicó la revuelta de los manteros.
Los comentarios anónimos de vendedores de los puestos de artesanía del lugar de la agresión dieron la primera pista del porqué de la anormal respuesta de los manteros ante la llegada de los policías. “Parecía que los estaban esperando. Le tenían ganas a uno de los policías [el agente que resultó herido más grave tras recibir un sillazo en la cabeza]. Quizás había alguna cuenta pendiente entre ellos”, comentó uno de los vendedores.
Este comentario fue ratificado en la mañana de ayer por varios de los senegaleses que esperaban a su ministro de Asuntos Exteriores en la plaza del Ayuntamiento. “Está claro que no está justificado [la agresión] pero el policía había pasado la raya”, comentó uno de ellos. “Su hostigamiento hacia nosotros era constante. Nos requisaba la mercancía en cualquier punto de la ciudad, y hasta llegó a entrar en casas sin orden judicial”, acusó este senegalés.
La Concejalía de Seguridad, a través de su responsable, el edil Juan Seva, niega la mayor: “Es un policía con un currículo intachable después de 10 años en la unidad especial contra la venta ambulante”, explicó días atrás. Ayer Seva culpó a un grupo de “incontrolados” de la agresión.
“El policía había pasado la raya”, comentó uno de ellos
La Asociación Senegalesa de España en Alicante apunta a otro factor, nada desdeñable, como trasfondo de los hechos. Tanto el presidente como el portavoz del colectivo han condenado la agresión, pero insisten en que sus compatriotas tienen derecho a ganarse a la vida y en que la crisis económica les golpea con más virulencia. “No admitiremos a ningún delincuente en el colectivo”, dijo su portavoz tras entrevistarte con el subdelegado del Gobierno el pasado miércoles. “Todos tenemos derecho a ganarnos la vida. Y ahora, quizás defienden con mayor ahínco su mercancía, porque si se la quitan se quedan sin nada”, explicó.
La respuesta de la policía a la agresión del sábado fue fulminante. Persiguieron a los manteros por cada rincón de la ciudad. En una redada, en la playa de San Juan, los agentes arrestaron a 13 manteros, uno de los cuales resultó herido grave. El Ayuntamiento y la Subdelegación ocultaron este dato.
Ninguno de los detenidos tenía relación con los sucesos de la Explanada. Por estos hechos solo ha habido hasta ahora dos arrestados. Están en libertad con cargos.
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