La UE ofrece dos millones para parados del naval

La Unión Europea no activará de momento el sistema de tax lease por el que suspiran el sector naval y el conselleiro de Industria, Javier Guerra. Bruselas se desmarcó ayer con una propuesta que va en sentido contrario y apuesta más por el reciclaje que por el mantenimiento del negocio, como es la de aprobar una ayuda de dos millones de euros del Fondo de Adaptación a la Globalización para ayudar a recolocar a 450 trabajadores del sector, despedidos de 35 pequeñas y medianas empresas.

El planteamiento viene esbozado en un comunicado del comisario europeo de Empleo, el húngaro László Andor, donde recuerda la encrucijada en la que está el sector. “La crisis ha transformado el sector de la construcción naval y su actividad se ha deslocalizado hacia otras regiones en las que los costes son más bajos, en especial en Asia”, señala el comisario, preocupado por los parados del naval que “han sufrido gravemente la crisis” y a los que ahora emplaza a “adaptar sus competencias, encontrar un nuevo empleo y construir un nuevo futuro”, valiéndose de este balón de oxígeno.

“No se puede esperar”

La idea surge dos días después de las declaraciones del ministro de Industria, José Manuel Soria, que dijo ver “más cerca” el restablecimiento de las bonificaciones fiscales para la construcción de barcos, unos beneficios que los astilleros gallegos juzgan imprescindibles para su futuro.

El conselleiro Guerra se ha pasado la semana, mientras tanto, quejándose contra lo que ve como desplantes de la Unión, a la que el lunes acusó de “tomar el pelo” al sector con sus sucesivas peticiones de información. El martes acusó a los responsables europeos de “preguntar cosas sin sentido para demorar la respuesta” y reiteró que “no se puede esperar más”. Al agobio del conselleiro se suma la persistente inconcreción en los proyectos de construcción naval apalabrados con la petrolera estatal mexicana Pemex.

La ayuda propuesta ahora por la UE llega tras una solicitud de apoyo española para financiar un programa de recolocación de tres millones, que sería cubierto así por Bruselas en sus dos terceras partes. El objetivo declarado es ofrecer orientación profesional y ayuda para nuevos negocios, así como cursos de formación y reciclaje, prácticas en empresas y otras medidas.