Treviño explota su piedra
El condado quiere atraer a turistas a los monumentos realizados con un material ligado toda la historia a la vida de la comarca
La explotación del sílex en épocas prehistóricas en la sierra de Araico, en el Condado de Treviño, dejó sobre el terreno agujeros de hasta 10 metros de diámetro, que aunque se encuentran en parajes de difícil acceso todavía son visibles. La piedra de la cantera de Ajarte, a unos 14 kilómetros de Vitoria dentro de los límites del condado, sirvió en los siglos XIV y XV para levantar los muros de la catedral de Santa María de la capital alavesa.
La piedra ha formado parte de la vida de los habitantes de Treviño a lo largo de la historia formando parte de su vida económica y de su patrimonio. Ahora quieren compartir el legado en piedra con los visitantes que se acerquen hasta ese enclave burgalés en Álava.
El programa turístico Cantera de vida pone el foco de atención en los monumentos de piedra dentro de sus fronteras, con visitas guiadas a lo largo del mes de agosto. Para empezar, la joya románica de la comarca: la ermita de la Purísima Concepción de San Vicentejo.
Las cuevas de Santorkaria fueron excavadas por eremitas
La ermita, del siglo XII, es una sobria construcción de una sola nave coronada por un ábside semicircular de menor altura. Las cercanas canteras de Ajarte, muy activas entre los siglos XII y XVI, funcionaban como núcleo de desarrollo de estilos de escultura y arquitectura, lo que hace suponer que la ermita de San Vicentejo fue un trabajo de estudio para la construcción, entre otros edificios religiosos, de la cabecera de la catedral de Santo Domingo de la Calzada.
Los farallones de Laño, a unos 15 kilómetros de Treviño, permiten evocar la vida de los eremitas medievales. En las rocas de la zona de Santorkaria se pueden visitar las cuevas que excavaron los eremitas ya en el siglo IV. Unos 300 años más tarde las cuevas fueron habitadas por familias que ubicaron en ellas viviendas más complejas, almacenes y espacios para el culto religioso. Tras su abandono, las cuevas fueron utilizadas como lugar de enterramiento hasta entrado el siglo XI.
La cantera de Ajarte suministró la materia prima para construir la catedral de Vitoria
El tercer pilar del programa turístico del condado basado en la piedra es el propio pueblo de Treviño, una villa fundada en 1161 por el rey navarro Sancho VI el Sabio, que vivió su apogeo entre los siglos XII y el siglo XVI, cuando su alcanzó una extensión que tres veces mayor que la actual. En el entramado urbano se levanta la parroquia de san Pedro Apóstol, del siglo XII, con modificaciones posteriores de estilo barroco.
El Condado de Treviño cuenta con menos de 1.500 habitantes y aspira a atraer un volumen de visitantes proporcional a su población. A lo largo del verano esperan que se sumen a las actividades unas 1.200 personas. Y presumen de que sean pocas. “Es lo opuesto a un turismo masificado, a los visitantes se les ofrece una atención personalizada”, explica el responsable de la campaña de turismo, Ricardo Garay.
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