Rajoy recorta en 2.700 millones el endeudamiento andaluz en 2013

Nueva vuelta de tuerca a las finanzas andaluzas. La “lealtad en la discrepancia” que anunció José Antonio Griñán el lunes tras su entrevista con Mariano Rajoy ha durado menos de 24 horas. El ministerio que preside Cristóbal Montoro ha vuelto a buscar una medida que beneficia a las comunidades más endeudadas y perjudica a Andalucía, cuyo nivel de endeudamiento es notablemente más saludable.

El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) ha acordado fijar un límite de deuda máximo para Andalucía del 13,2% de su PIB para 2013. La medida supone rebajar en un 1,9% el límite actual de endeudamiento que contiene el Plan Económico Financiero de Reequilibrio de la Junta de Andalucía, y que el propio Gobierno central aprobó el pasado 17 de mayo. Traducido a euros, Andalucía no podrá emitir deuda para pagar sus gastos en 2013 por importe de 2.700 millones de euros.

La consejera de Hacienda de la Junta, Carmen Martínez Aguayo, tardó menos de media hora en abandonar la reunión presidida por el ministro Cristóbal Montoro. Martínez Aguayo manifestó en el consejo que consideraba “injusto” y “discriminatorio” el modelo empleado por el Gobierno central para ajustar los límites de deuda. A su salida, Martínez Aguayo señaló: “A efectos prácticos esto supone que Andalucía el año que viene, para poder cumplir con sus obligaciones, tiene que hacer un presupuesto con un superávit de dos puntos del PIB, una petición desproporcionada cuyo único objetivo es doblegar la voluntad del conjunto de los andaluces”.

Las comunidades más endeudadas en 2011 podrán emitir más deuda en 2013

Aguayo se mostró “perpleja” por la medida adoptada por el ministerio, que calificó de “desproporcionada” y que obligaría a la comunidad andaluza a practicar “un recorte indiscriminado e ilógico, en relación con los servicios y prestaciones como son la sanidad y la educación”

La Junta anunció que presentará de manera inmediata un recurso de inconstitucionalidad contra este acuerdo, que consideran un nuevo ataque del Gobierno del PP contra Andalucía, cuyo nivel de endeudamiento es menor que muchas otras comunidades a las que se les va a permitir que aumenten su endeudamiento. Y quieren contar con el apoyo del PSOE federal. Tras abandonar la reunion del CPFF, Aguayo acudió a la sede de Ferraz para reclamar cobertura nacional de su partido.

Fuentes del Gobierno andaluz indicaron que el ministerio ha utilizado una fórmula para calcular ese límite que parte de una deuda inicial “errónea”. Esa fórmula suma a la deuda andaluza a 31 de diciembre de 2011, que se situaba en un 9,8% sobre el PIB, el 1,5% de déficit fijado obligatoriamente para 2012, y los dos pagos de 582 millones de euros correspondientes a las liquidaciones presupuestarias negativas de los ejercicios de 2008 y 2009, que la Junta tiene que devolver. El resultado final: un límite máximo de deuda del 13,2%.

Sin embargo, la deuda real de Andalucía se sitúa en el 15,1%, como recoje el Plan Económico Financiero de Reequilibrio de la Junta que el propio Ejecutivo central le aprobó el pasado 17 de mayo, ya que la cifra del 9,8% no contemplaba una serie de operaciones de deuda aprobadas por el Consejo de Ministros y que se materializaron en el primer trimestre de 2012.

Precisamente, al tomar como referencia la deuda a 31 de diciembre de 2011 que registraba el Banco de España, las comunidades más endeudadas son las que tendrán la posibilidad de un mayor nivel de endeudamiento en 2013, caso de Cataluña (20,7%), Valencia (19,9%), Castilla-La Mancha (18%), Baleares (16,3%), Navarra (12,9%), Galicia (12,3%), La Rioja (11,2%), Extremadura (10,9%), Aragón (10,2%) y Murcia (10,1%).

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, a través de su cuenta en Twitter, afirmó tras conocer el resultado del CPFF que nadie había advertido a la Junta de que “una parte del objetivo de estabilidad consiste en que los menos endeudados seamos solidarios con los más” endeudados. Fue diplomático en su expresión, porque otros miembros del Gobierno hablaron de “brutalidad” y de “engaño” por parte de Rajoy, a quien el día anterior Griñán elogió por su “disposición muy positiva” hacia Andalucía. Antes del portazo de Aguayo, la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, aseguró que había “un nuevo escenario para el diálogo y la búsqueda del consenso”. El vicepresidente Valderas (IU) calificó la decisión de Montoro de “declaración de guerra” y llamó a la movilización.