Urkullu exige responsabilidades a los banqueros “negligentes”
El líder del PNV cree que la situación económica es “extremadamente grave”
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, esgrimió ayer su discurso más social como conclusión de una semana marcada por los recortes de Rajoy y el consecuente revuelo social. Consciente de que la situación es “extremadamente grave”, el líder nacionalista advirtió sobre un creciente sentimiento de indignación al comprobar que en “determinadas entidades financieras”, que no quiso citar, se han producido “actuaciones negligentes, irresponsables y llenas de frivolidad”. Por eso, exigió responsabilidades “personales, civiles y patrimoniales”, en el ámbito que corresponda, “a quienes hayan contribuido al gravísimo perjuicio económico cuya factura se trata de endosar al conjunto de los ciudadanos”.
Cada vez que Urkullu comparece para hablar de economía, su lectura es más pesimista y alarmante. Ayer lo hizo en Bilbao, tras la reunión extraordinaria que convocó con cargos de su partido para debatir medidas económicas con las que hacer frente a la crisis. Antes de entrar en ellas, sin embargo, se prestó a predicar con el ejemplo y reclamó al conjunto de militantes peneuvistas que conforman el ámbito institucional que asuman, de forma voluntaria, el compromiso de reducir sus ingresos “en lo correspondiente a una paga de su retribución salarial”. “Debemos ser consecuentes con el esfuerzo que se exige a los demás”, proclamó.
El partido pide a sus representantes institucionales que renuncien a una paga
Tras sus guiños sociales, el presidente peneuvista y candidato también a lehendakari se introdujo en la arena política para dar respuesta al líder del Gobierno vasco. “Patxi López ha solicitado colaboración y el PNV le realiza propuestas concretas. Espero que sean aceptadas, porque los vascos exigen soluciones y no solo palabras”, señaló. Su objetivo es que las distintas medidas se puedan consensuar en la próxima reunión del Consejo Vasco de Finanzas, que se celebrará en octubre, para que el Ejecutivo autónomo las pueda gestionar en adelante.
Urkullu presentó sus iniciativas como “puntuales y de urgencia”, de cara a lo que resta de 2012, así como ampliables por parte del futuro Gobierno vasco que aspira a liderar. Especial hincapié hizo en la creación de un fondo interinstitucional para la reactivación económica, el cual se abastecería con el incremento de la recaudación derivado de medidas “unilaterales e injustas” como la subida del IVA. Parte del dinero se destinaría al incentivo del consumo interno, con planes renove y campañas de apoyo específico al pequeño comercio, y el resto a garantizar capital circulante para pymes y autónomos.
López: “Llega cuatro años tarde”
Las medidas planteadas ayer por el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, no tardaron en encontrar respuesta por parte del lehendakari, Patxi López, aunque no fue tendente al acuerdo. El líder del Gobierno vasco consideró "decepcionante" una propuesta económica nacionalista que, según consideró, "llega cuatro años tarde". "Su gran aportación a la ciudadanía vasca es la eliminación del Senado", criticó.
A través de un comunicado, López recriminó a Urkullu que durante la legislatura se ha opuesto "a todo". "Negó la legitimidad del Gobierno y cada dos meses ha venido anunciado la quiebra inminente de nuestras cuentas públicas, sin importarle el daño que causaba a la imagen de Euskadi", reprochó el lehendakari, quien ensalzó las iniciativas impulsadas por su propio Gobierno en materia económica, a pesar de la oposición. "Los planes renove y los programas de avales a pequeñas empresas los llevamos aplicando desde el comienzo", destacó.
El Gobierno central ha calculado que la subida de impuestos reportará más de 22.000 millones de euros en los tres próximos años. La estimación que el PNV ha hecho para lo que resta de 2012, en el caso de Euskadi, es de unos 160 millones. “Planteamos destinar esos ingresos, de forma urgente, a los programas extraordinarios de incentivación del consumo y de liquidez a las empresas”, manifestó Urkullu, quien consideró errónea la estrategia fiscal del PP de “penalizar el consumo” y “lesionar el nivel adquisitivo”.
En el ámbito específico de la comunidad autónoma, el presidente del PNV incidió en la necesidad de evitar nuevas operaciones de endeudamiento para cubrir gasto corriente por parte de las instituciones. Una reivindicación que, por reiterada, ha convertido en ariete contra el Gobierno vasco socialista, al que también exigió ayer el cese de la política de gasto publicitario y “autobombo”. “No aceptamos la proliferación de campañas de propaganda gubernamental”, indicó, en tono contundente, sabedor de la debilidad que el Ejecutivo tiene en minoría.
Urkullu recalcó que las propias estimaciones del Gobierno vasco predicen recesión para 2013, así como una destrucción de 20.000 puestos de trabajo este mismo año. Ante tal horizonte, y consciente de la proximidad electoral, recriminó que el Gabinete de López “no tome medidas para reactivar la economía, ni active programa alguno para la financiación de las pymes, pese a haberlo prometido y publicitado reiteradamente, debido a la imperiosa necesidad de circulante para su actividad”. No fue su único reproche. Ante unos recortes que consideró impuestos, el líder del PNV insistió en su demanda a López de que exija la convocatoria de la Comisión Mixta del Concierto Económico, para mantener el ámbito bilateral de la negociación con el Gobierno central.
La formación insiste en eliminar las delegaciones de Gobierno y el Senado
“La realidad de Euskadi es distinta a la del Estado español y no es justo que se impongan medidas idénticas para situaciones diferentes”, argumentó Urkullu, quien denunció una “intolerable vuelta al centralismo político e institucional”. En este sentido, garantizó que en Euskadi no se aplicarán las medidas que vulneren las competencias propias del autogobierno”.
No obstante, el líder nacionalista dejó claro que “Euskadi no es una isla”. Por eso, y por el calado de la comparecencia de ayer, sus propuestas no se limitaron al escenario vasco. Urkullu las amplió al conjunto del Estado al reivindicar, por ejemplo, la eliminación del Senado, así como de las delegaciones y subdelegaciones que el Gobierno tiene en las distintas comunidades autónomas y provincias. Una propuesta que no es novedosa, ya que se ha incluido previamente en programas electorales, pero que ha recobrado fuerza con la crisis. “El Ejecutivo español está proponiendo el adelgazamiento de su estructura y de la Administración en general. Aquí tiene nuestra propuesta de reforma”, declaró.
Además, Urkullu propuso reducir otro tipo de gastos sin tanta repercusión social como las medidas de ajuste aprobadas el jueves. Así, abogó por adelgazar los presupuestos de los Ministerios de Defensa e Interior, al igual que el de la Casa Real, y por “adecuar los contingentes policiales a las competencias no asumidas por la comunidad autónoma”, en el caso vasco.
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