"Vistos los ingresos de la catedral, creemos que el dinero procede de allí"
"Al Banco Santander no se le pide firmar convenios y reforzar su seguridad"
Sobre su mesa, José Antonio Vázquez Taín (A Merca, 1968) amontona dos jugosos sumarios. Uno costó el puesto al anterior alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, al que mantiene imputado por presunto fraude fiscal de 292.000 euros. El otro ha devuelto a esta ciudad el Códice Calixtino. Es de este último caso del que se ha lanzado a hablar “para reivindicar la investigación que ha permitido dar con el tesoro medieval”.
Pregunta. ¿Qué flecos faltan para cerrar el caso?
Respuesta. Aunque para la prensa esté finiquitado, identificados el autor y los hechos, a nosotros nos queda todo el trabajo por hacer: saber las circunstancias, el día, cómo entró en la zona restringida. Con lo que tenemos no se puede formular acusación. Nos queda aclarar qué parte del dinero hallado se debe a robos, cuándo comenzaron, dónde, cómo.
P. ¿Todo el dinero hallado en su casa es de procedencia ilícita?
R. Debemos saber si utiliza cuentas corrientes, si no las usa es posible que su dinero también lo guardase en casa.
P. ¿Por qué el electricista hizo desaparecer el Códice?
R. Es muy difícil de saber, no hay confesión ni colaboración por parte del detenido que ejerce su libertad de guardar silencio. Hemos de trabajar, aún desconocemos cuál era su intención íntima.
P. ¿Fue venganza? El deán dijo saber el primer día quién y por qué se lo había llevado.
R. El deán ha efectuado muchísimas declaraciones periodísticas, algunas no las entiendo y, si sabía desde el principio que esta persona era el sospechoso, a nosotros no nos consta.
P. Él habló muchas veces de una venganza.
R. La venganza el deán la interioriza porque protagoniza toda la vida de la catedral pero quizá no sea una cuestión tan personal. Las propias razones que el deán argumenta no coinciden con lo que barajamos.
P. La policía sabe que había enemistad evidente entre ambos tras una serie de desencuentros.
R. Sí, en su momento analizamos las relaciones personales de la Iglesia, no solo en este caso. Cuando el Códice desaparece la prensa alude a guerras de sotanas, desavenencias, luchas internas. Se analizaron conflictos personales, materiales, por si daban pistas.
P. ¿Eso estuvo en el origen de la investigación?
R. El hecho de que descubriéramos que la relación entre el deán y el electricista era horrible y se odiaran, no quiere decir que el electricista haya robado el Códice. Aquí se está confundiendo todo. ¿Que este señor sustrajese dinero de la catedral quiere decir que se ha llevado el Códice? Esas circunstancias aportan indicios. Tuvimos que recorrer muchos caminos, las relaciones personales, patrimoniales y esos análisis nos llevaron a líneas de investigación sólidas. Luego había que identificar la que nos llevaba al libro.
P. ¿Dificultó la locuacidad del deán las pesquisas?
R. Una de las cosas que nos limitó fue la de que detener a una persona para comprobar si tenía el Códice era ponerla en la picota, porque la prensa estaba volcada. Si el deán decía que estaba dentro de la catedral, se publicaba que había registros. Eso nos ha coartado. Teníamos mucho miedo porque si la persona que tenía el Códice se pone a leer que van a detenerle lo lógico sería que lo destruyese. Eso nos impidió practicar algunas diligencias.
P. Cuando le avisaron de que había desaparecido el Códice y comprobó la seguridad que lo custodiaba, ¿qué pensó?
R. El problema de las medidas de seguridad tiene una doble cara: es cierto que eran mejorables o que no se estaba utilizando con todas las posibilidades técnicas. Ellos barajaban una ventaja: que si no estabas cerca del círculo de confianza de la catedral no podrías moverte dentro del templo. Es un poco El nombre de la rosa. La biblioteca y el archivo de la catedral son así: si no sabes por dónde moverte es difícil llegar al Códice. Saber llegar a él era una información que tenían un número limitado de personas.
P. A peregrinos y otros visitantes su complicidad con el deán les permitía pisar zonas restringidas.
R. Circunstancias casuales hicieron que algunas excursiones de peregrinos fueran llevadas a un entorno muy cercano al libro.
P. ¿Cuándo una negligencia en el cuidado del patrimonio pasa a constituir un delito?
R. El sistema tenía fisuras en la seguridad. Saber cuándo la negligencia es delito es algo palmario: en el momento en que la negligencia se convierte en temeraria. Lo que ocurre es que no detectamos esa negligencia temeraria hasta el punto que se está diciendo, los primeros sorprendidos fueron los responsables del cabildo. Todo esto se mezcla con ciertos movimientos de personas y otra serie de cuestiones que hacen surgir las grietas. Hubo un cúmulo de relajación.
P. ¿Cree que servirá para aprender de lo sucedido?
R. El cambio se produjo ya la misma semana. En cuanto la brigada de delincuencia llegó e hizo todas las comprobaciones, el cabildo pidió sugerencias para modificaciones que se instalaron inmediatamente. Hoy sería imposible llegar al Códice.
P. La fiscalía se queja de la falta de colaboración para inventariar y proteger el patrimonio.
R. El Cabildo es una institución privada como el Banco de Santander o la Casa de Alba que disponen de patrimonio con trascendencia histórica, si a aquellas no se les exige firmar un convenio para su seguridad en este caso sí se hace. Nosotros podemos decir que hay un inventario de bienes mejorable, pero lo hay.
P. ¿Los casi dos millones de euros son del detenido?
R. Tenemos indicios de eso. Estamos analizándolo como apareció, muchísimos aspectos que nos deben llevar a ver qué parte puede tener origen lícito y cuál no. No descartamos ninguna posibilidad, incluso si se robó en otras viviendas.
P. ¿Pudo estar guardando el dinero a otra persona?
R. Es difícil, pero lo estamos comprobando, incluso se comprueba la posibilidad de un anticipo por la venta del Códice.
P. ¿Cabe la posibilidad de que alguien le ayudase desde dentro?
R. No es una hipótesis muy viable. La metodología de trabajo para un delincuente es trabajar solo y que no se entere nadie, el delito perfecto es el que solo queda en la mente del delincuente. Frente a lo que se escribe de una persona de capacidad limitada, creemos que no es una persona tan estúpida y lo lógico es que hubiera actuado en solitario.
P. ¿Cuánto dinero se maneja en la Catedral para que alguien pueda sacar 250.000 euros un año sin que nadie se entere?
R. 2004 era Año Santo y el número de visitantes fue enorme. La Catedral no solo ingresa de los cepillos o donativos. El Seminario en verano actúa como hotel y ese año estuvo completo, si uno maneja los ingresos de un hotel, hablamos de millones de euros. Además presta otros muchos servicios: bodas con una lista de espera enorme, los museos que arrojan ingresos... Una vez que vemos los ingresos de la catedral que están declarados aunque no tributen (salvo por el hotel) vemos que esa hipótesis de que el dinero procediese de robos dentro de ella es lógica y probable.
P. ¿Qué ingresos tiene la catedral a lo largo de un año?
R. Lo estamos analizando.
P. Tras ver el ambiente de la catedral, ¿recomienda usted no dejar tentaciones a la vista?
R. La Iglesia funciona en base a unos principios que son los católicos y parte de la confianza, el perdón, de poner la otra mejilla y eso en esta sociedad en la que vivimos donde priman intereses económicos, envidias, egoísmos y aspectos personales… Es abrir la puerta del gallinero al zorro y se presta a fenómenos de abuso.
P. Más allá de los principios que inspiren a la Iglesia, está obligada a cumplir la ley y denunciar si tiene indicios de delito.
R. Sí, habían pasado algunas informaciones, hablo de memoria, si no eran denuncias sí había notas internas para intentar advertir de la desaparición del dinero y al menos algunos facsímiles. La desaparición del Códice supuso una congelación de las actuaciones y ahora se va a cambiar de arriba abajo las formas de actuación y de comportamiento, ellos son los principales preocupados por su imagen, que ha quedado debilitada.
P. Repite que el detenido no es un raterillo.
R. Es una persona discreta y austera. En el narcotráfico encuentras ostentanción, aquí no la hay. Es por su meticulosidad.
P. Tampoco es usual que un delincuente peligroso deje un diario escrito con sus actividade.
R. Lo del diario no es exactamente como se ha publicado, hay unas notas pero no tiene toda la dimensión que ha trascendido.
P. ¿Cuándo será el juicio?
R. Tengo los mejores funcionarios del mundo y tienen la costumbre de llevar las cosas muy al día, tenemos una estimación y a finales de año podríamos hablar ya de una fecha.
P. ¿Cuánto de utilización partidista tuvo el acto de devolución del domingo con el presidente del Gobierno? ¿Es un acto absolutamente inusual?
R. Es inusual pero también lo es el valor del Códice. Se están criticando muchos aspectos de este caso y nos estamos olvidando de lo más importante que es el libro y su repercusión histórica. Yo soy un juez y hago mi trabajo y no opino de política, pero deberíamos dar importancia a la recuperación de una pieza histórica que sí merecía un acto, no sé si de estas dimensiones.
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