Crespo se enroca y afirma que sus cobros opacos son “cuestión pasada”
El diputado de CiU dice que la justicia le ha “dado la razón” en su gestión en los hospitales de Blanes y Calella
El diputado de CiU en el Parlament y exalcalde de Lloret de Mar Xavier Crespo salió ayer al paso por primera vez desde que estalló el caso Crespo para negar cualquier responsabilidad en las irregularidades cometidas en la empresa Centres Mèdics Selva Maresme (CMSM), filial de la corporación pública que gestiona los hospitales de Blanes y Calella, entre los años 2000 y 2005. Lo hizo con los mismos argumentos utilizados hasta ahora en privado: se trata de una cuestión “pasada” que ya fue archivada en su día por los organismos encargados de investigar: la Sindicatura de Cuentas y el Tribunal de Cuentas. “La justicia me ha dado la razón”, aseguró el diputado, que cobró un sueldo opaco de 3.000 euros mensuales de la sanidad pública mientras era alcalde de Lloret, cargo por el que ya percibía una remuneración superior a 50.000 euros anuales.
Estos ingresos eran solo una parte de las irregularidades detectadas por un equipo de auditores de la sindicatura en una investigación llevada a cabo en 2006. En total, según los auditores, Crespo y su mujer, Guadalupe Oliva Pujol, percibieron entre 2000 y 2005 más de 200.000 euros de forma irregular de CMSM, empresa que realizó pagos fuera de la normativa a otros médicos, concejales y gestores por 1,3 millones de euros, y que causó pérdidas patrimoniales y de ingresos a la sanidad pública de 2,7 millones de euros.
Pese a los hechos detectados por sus auditores, el pleno de la Sindicatura de Cuentas decidió en noviembre de 2006 guardar la investigación —conocida como el informe Crespo— en un cajón y no remitirla al Tribunal de Cuentas, que en 2010 absolvió a Crespo sin conocer la gravedad de las irregularidades detectadas.
Crespo: “Yo solo manejé un par de talonarios con cantidades pequeñas”
El diputado también quiso dejar claro que su partido, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), le apoya. Compareció en la sede de local de la formación junto con su sucesor en la alcaldía de Lloret, Romà Codina.
Crespo mantuvo que “no ha cambiado nada” desde que fue absuelto en 2010, sin mencionar que la fiscalía del Tribunal de Cuentas ha reabierto el caso tras publicar EL PAÍS el informe Crespo hace un mes. El diputado afirmó que está “a disposición” del tribunal para entregar toda la documentación que se le requiera y negó que la fiscalía del Tribunal de Cuentas careciese de toda la información cuando le tocó examinarlo por primera vez en 2006, en contra de lo que evidencian la sentencia que absolvió a Crespo y la reciente comunicación por parte de la fiscalía.
Según la línea argumental de Crespo, la auditoría de la sindicatura “no tiene validez jurídica" porque nunca se votó en el pleno de este organismo. Es lo mismo que ha repetido el síndico mayor, Jaume Amat, para negarse a entregar oficialmente a ICV y ERC el informe Crespo o el expediente del caso.
La sección local de CDC y Crespo presentaron un folleto, que se distribuirá a la ciudadanía de Lloret, para apuntalar su defensa. En él se asegura que el informe Crespo se ha utilizado “ilegalmente” y se destacan varias frases de otro supuesto informe —que se negó a mostrar a los medios que lo solicitaron— que le exculparían de cualquier responsabilidad en el caso.
Crespo también trató de desvincularse del funcionamiento contable de CMSM a pesar de que durante tres años —desde su creación, en 2000, hasta llegar a la alcaldía de Lloret, en 2003— fue el gerente de la empresa. “Yo llevaba la gestión, no la administración”, dijo. Negó que él fuese el encargado de efectuar todos los pagos a médicos y directivos, en contra de lo que detalla la auditoría de la sindicatura, y añadió: “Yo solo manejé un par de talonarios con cantidades pequeñas”.
Asimismo dijo desconocer el cúmulo de complementos irregulares, pagas que no correspondían a los contratos firmados y cobros en negro que se efectuaban en la empresa. “Si veía que algo no era correcto, lo corregía”, dijo.
El diputado de CiU niega todas las irregularidades detectadas por la sindicatura
El diputado negó también que él y su esposa hubiesen pasado gastos personales de forma injustificada a la empresa de titularidad pública y justificó los cobros que ambos percibieron como parte del contrato que habían firmado con la corporación. “No firmamos un acuerdo para perder dinero”, declaró. “Los gastos que pasábamos eran los mismos que asumía nuestra empresa antes de formar parte de CMSM”, añadió.
Todas estas afirmaciones contradicen lo contenido en el informe de los auditores de la sindicatura. En él se insiste en que Crespo era quien controlaba la caja de CMSM, se encargó de contratar a la mayoría de sus trabajadores y gestionaba los pagos a los médicos, e incluso detalla que él y su esposa, también médico, cargaron a la empresa gastos personales de varios miles de euros, entre ellos las cuotas del Colegio de Médicos y los abonos al Club de Hockey de Lloret.
Por último, el diputado de CiU defendió el “modelo” establecido por la corporación para hacerse con el negocio de la atención sanitaria a turistas. “Ha sido uno de los éxitos de la corporación”, dijo el diputado. En realidad, la gestión de la atención a los turistas acabó costando 2,4 millones de euros a los hospitales de Blanes y Calella, ya que este dinero fue el que dejaron de cobrar y se perdió en los desmanes contables y de gestión de CMSM.
Crespo, que también es presidente de la comisión de salud del Parlament, negó en todo momento que él fuera el impulsor de CMSM . Sobre el nacimiento de la empresa, aseguró que a él “le fue a buscar” Pere Vallribera, actual gerente del Consorcio Sanitario de Terrassa y entonces máximo ejecutivo de los hospitales de Blanes y Calella, y que lo único que hicieron él y su esposa fue poner al servicio de la corporación el capital que ambos habían generado desde el año 1986.
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