Vallirana cierra una guardería por falta de niños y por los recortes

Vallirana (Baix Llobregat) ha decidido cerrar la guardería Qui-qui-riquic por la disminución de inscripciones y por el alto coste de mantenimiento. El Ayuntamiento de la población barcelonesa asegura que para el próximo curso la demanda de plazas ha caído un 31%, pasando de las 271 matrículas del año pasado a las 187 actuales, lo que se traduce en el cierre de seis aulas. Ante esta situación, el equipo de gobierno municipal asegura que se ha visto obligado a “tomar medidas técnicas y organizativas”, que incluyen el cierre de una de las tres guarderías municipales. Se ha optado por la Qui-qui-riquic por ser “la más pequeña y la que cuenta con unas instalaciones más austeras”, apuntan en un comunicado.

El Consistorio aduce la coincidencia de varios motivos que han llevado a este descenso de la demanda, como la bajada de la natalidad y que los padres dejan de matricular a los niños, ya sea porque alguno de ellos se ha quedado en paro y cuida directamente de sus hijos o porque no pueden pagar las cuotas.

A ello se añaden los problemas económicos del propio Ayuntamiento, debido a los recortes de la Generalitat. Y es que el Departamento de Enseñanza ha reducido la subvención a las guarderías de los 1.800 auros anuales por alumno de hace dos años a 875 para el próximo curso. Esto ha provocado que sean los Consistorios y las familias las que deban aumentar su aportación para seguir manteniendo abiertos los jardines de infancia.

Según los cálculos del Ayuntamiento de Vallirana, las tres guarderías municipales generaron este curso un déficit de 510.000 euros, que el próximo año hubiera llegado a  674.000 euros. Mantener las tres guarderías abiertas sin tenerlas al máximo de ocupación hubiera supuesto que el coste por plaza pasara de los 1.880 euros del curso que ahora ha finalizado a 3.600 euros. “Unos números que, en el contexto económico actual, no son asumibles por el Ayuntamiento”, admite el gobierno municipal en un comunicado.

La de Vallirana no es la única guardería que en septiembre no volverá a abrir sus puertas. Suerte parecida han corrido centros de Santa Eulàlia de Ronçana, Igualada y Cunit.