La UME se retira de los incendios
Los militares han desarrollado el mayor esfuerzo desde la creación de unidad en 2005 Los agricultores estiman en 120 millones de euros los costes para repoblar el monte
Ocho días después de que se desataran las llamas que ha carbonizado cerca de 50.000 hectáreas de monte en los incendios de Cortes de Pallás y Andilla, en el interior de la provincia de Valencia, la Unidad Militar de Emergencias (UME) se ha retirado hoy de las tareas de extinción.
Los incendios no están oficialmente controlados. Están estabilizados y sin llamas, aunque Paula Sánchez de León, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana ha confirmado que todavía hay zonas en las que no se ha podido entrar en el área de Andilla.
El departamento de prensa de la UME informó el pasado martes de que esta unidad ha realizado durante el fin de semana el "mayor esfuerzo" contra la extinción de incendios desde que fue creada en 2005, al atender a la vez los fuegos de Cortes de Pallás y Andilla, en Valencia; Calasparra, en Murcia, y Valpalmás, en Zaragoza.
En Cortes de Pallás (Valencia), donde hasta el momento el fuego ha calcinado más de 26.600 hectáreas, la UME ha destinado 405 militares, 111 vehículos, 18 autobombas, seis nodrizas y un helicóptero, mientras que a Andilla (Valencia) ha enviado a 369 personas, 99 vehículos, 19 autobombas, seis nodriza y dos helicópteros.
Aviones y helicópteros siguen las tareas de refresco en la superficie carbonizado desde primeras horas de la mañana. A lo largo de la noche han trabajado en tareas de refresco quince autobombas y once brigadas de emergencias en el incendio de Cortes de Pallás. Cada brigada está compuesta por cinco personas. En el incendio de Andilla han trabajado durante toda la noche dieciséis brigadas, además de personal de bomberos.
Una vez dominado el fuego, empiezan los recuentos de daños. Ell fuego ha arrasado la superficie de pasto que nutría a 24.000 ovejas y 300 vacas y ha destrozado explotaciones apícolas completas. En las s forestales de Alcublas y Cortes de Pallás hay apicultores de estas áreas que han perdido el 100% de sus colmenas e incluso la explotsción donde almacenan las colmenas y los utensilios, según ha explicado el responsable de ganadería de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Joaquín Gómez.
En el sector ovino y caprino, la zona que ha resultado quemada estaba aprovechada por 24.000 ovejas "y se van a quedar sin alimento" por lo que los ganaderos "tendrán que afrontar el sobrecoste de la compra de alimentos", forrajes y piensos. AVA alerta de que podrían aparecer problemas respiratorios en los animales o una bajada de producción por estrés.
La organización agraria ha cifrado en 21,1 millones de euros los daños directos causados por los incendios en el sector agropecuario, en concreto 12,7 millones correspondientes al valor de los terrenos de uso agrícola, otros 3,5 millones en ganadería y otros 5 millones a desperfectos en infraestructuras agrarias (instalaciones de riego y granjas).
La repoblación de la masa forestal destruida tendría un coste superior a los 120 millones de euros, según AVA, que afirma que la rapidez con la que se han extendido los siniestros está motivada en parte por la proliferación de explotaciones agrarias abandonadas por la falta de rentablidad de los cultivos.
AVA recuerda que los huertos cultivados siempre han actuado como cortafuego, pero los abandonados se convierten en "una rápida correa de transmisión de cualquier incendio", una circunstancia que "tienen que tener muy clara" los políticos a la hora de legislar.
La Unió de Llauradors, por su parte, ha asegurado que con 375 pastores y una inversión de 3,75 millones de euros se habrían limpiado las cerca de 50.000 hectáreas afectadas por los incendios y se habría evitado "que hubieran resultado tan devastadores".
La Unió extrapola sus estimaciones para todo el territorio de la Comunidad Valenciana y apuntan que 9.000 pastores y una inversión de 91 millones permitirían mantener los montes limpios, "una cifra bastante ridícula" en relación a la pérdida de masa forestal y a gastos como el canon anual de la fórmula 1, que supone un gasto de "20 millones para un fin de semana".
La Unió indica que los pastores no podrán acceder a las zonas siniestradas para pastar con los animales hasta dentro de cinco años y habrá que establecer corredores para que el ganado pueda comer o ayudas para compra de pienso.
Añade que el "abandono" o la "falta de sensibilidad" de los gobernantes hacia la agricultura y la ganadería, unido "a los recortes en prevención o limpieza de montes", son factores fundamentales "para activar el fuego cuando se produce un incendio".
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