“Ahora se diseñan tratamientos personalizados contra el cáncer”
“Una de las máximas autoridades de la investigación sobre el cáncer a nivel mundial”. Así definen a Carlo Croce sus anfitriones, Onkologikoa y la Fundación Imbiomed. El doctor e investigador, con un amplio currículum en premios y reconocimientos, ofreció ayer una conferencia en San Sebastián. Con 900 artículos escritos sobre investigación genética en el cáncer es uno de los autores más citados en el campo de la biología. Croce, con una carrera de más de 40 años a sus espaldas, ha caracterizado con su trabajo numerosos oncogenes, genes supresores de tumores y definió el papel de los microRNAs, una partícula determinante en el diagnóstico del cáncer y en el desarrollo de fármacos personalizados para el tratamiento.
Pregunta. ¿Por qué tenemos cáncer?
Respuesta. Es muy simple. El cáncer es esencialmente una enfermedad de gente mayor. La incidencia de sufrir cáncer aumenta con la edad y la razón no es otra que una alteración genética.Cuanto más vivimos, más probabilidades de tener cáncer. En 1900, la esperanza de vida era de 40 años y ahora, está por encima de los 80.
P. ¿Todos los cánceres se producen por un alteración genética o pueden influir otro tipo de factores?
R. Sólo muy pocos cánceres son hereditarios, muy pocos. La incendia de esos cánceres además es muy baja. La mayoría de las alteraciones genéticas, responsables del cáncer, se producen a lo largo de nuestra vida, en nuestras células somáticas [las que conforman el desarrollo de los tejidos y órganos].
Carlo Croce (Milán, 1944) cursó estudios de Medicina en la Universidad La Sapienza de Roma, hijo de un ingeniero mecánico, siempre tuvo "interés en la física, desde el instituto y en la investigación del cáncer". Croce, en la actualidad es el director del Programa de Genética Humana del Cáncer y profesor en la Ohio State University.
P. ¿Cómo inciden sus investigaciones en el campo de la detección de genes supresores de tumores y de los microRNAs en el tratamiento y cura de este tipo de enfermedades?
R. Estos nuevos tipos de genes, los mircoRNAs, siempre presentan una alteración y eso indica o nos puede sugerir que se está produciendo un proceso cancerígeno. Utilizamos estas alteraciones para un mejor diagnóstico y tratamiento.
P. ¿Cómo se traducen estos hallazgos al campo de la cura?
R. Ha cambiado de forma significativa el tratamiento. Antes, suministrábamos un medicamento para acabar con las células cancerígenas, pero estos tratamientos no diferenciaban entre un tipo de células y otras, es decir, las afectadas y las sanas. Acabábamos con muchísimas células importantes, imprescindibles para sobrevivir, pero en los últimos años hemos conseguido localizar qué gen está causando el cáncer. Por ejemplo, en el caso de la leucemia linfática crónica se producen dos alteraciones genéticas específicas. La clave es utilizar la genética para tratar los genes críticos, y si estos son localizables, podemos tener un medicamento específico. Es una revolución desarrollado en los últimos 10 años, ahora se pueden crear tratamientos personalizados.
“Una misma alteración puede provocar leucemia o cáncer intestinal”
P. ¿En qué canceres se ha conseguido localizar el gen que los provoca y desarrollar, por tanto, un tratamiento específico?
R. Ya hay unos pocos. El cáncer de pulmón es incurable, recientemente se ha descubierto que entre el 7 y el 10% de los casos se produce una alteración en un gen llamado ALK, y los pacientes con esa alteración responden a un inhibidor en concreto, el resto no. Por lo tanto, lo más importante es conseguir localizar ese gen, por eso no sirve un medicamento, no existe, un único tratamiento para el cáncer, hay que definir la alteración genética para el cáncer de pulmón, el de pecho, o el que sea.
P. ¿Se conocen todos los tipos de cáncer?
R. La mayoría de las alteraciones genéticas todavía no han sido descubiertas. Además, hemos encontrado muchas mutaciones en muchos genes, pero los genes que codifican una proteína representan sólo el 2%, qué pasa con el 98% restante. Todavía queda mucho por descubrir y, por tanto, para desarrollar nuevos tratamientos.
P. ¿Las alteraciones se reproducen siempre de la misma forma?
“Si queremos ser competitivos hay que invertir en ciencia"
R. Una misma alteración puede provocar distintos tumores, por ejemplo, un mismo gen puede provocar leucemia o cáncer intestinal. Puedes tener la misma alteración en diferentes tumores y también hay otros específicos.
P. La crisis económica ha derivado, entre otras cosas, en un recorte significativo del presupuesto en ciencia e investigación. ¿Están las instituciones dejando a un lado el progreso?
R. Las inversiones en investigación son bajas en España, han bajado también en otros países europeos, y, por supuesto, en Estados Unidos. Es muy importante ser capaces de expandir la investigación, porque la innovación la están desarrollando los científicos. Si queremos ser competitivos frente al resto del mundo, hay que invertir en ciencia.
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