Detenido el presunto autor del atropello mortal de un anciano en la calle Toledo
El fallecido cruzaba la calle Toledo con su perro por un paso de peatones con semáforo La mascota, que salió despedida 20 metros, también murió El conductor, que había sido identificado unas horas antes, presta declaración
El presunto autor del atropello mortal de un anciano en Madrid ha sido detenido y ya ha prestado declaración. La víctima, un anciano de 77 años, Juan Santiago de Miguel Bahón, estaba paseando a su perro a las seis de la mañana y, cuando cruzaba la calle por un paso de peatones regulado por semáforo, fue arrollado por el vehículo. El conductor del coche, de color blanco, se dio a la fuga dejando al hombre malherido y tirado en la calzada. El hombre falleció prácticamente en el acto y también el perro. Los agentes localizaron horas después el vehículo abandonado e identificaron al conductor, que ha sido arrestado a las siete y media de la tarde.
El accidente se produjo a la altura del número 134 B de la calle de Toledo, en la esquina con la calle de Santa Casilda, en el barrio de Acacias. Según varios testigos, la víctima cruzaba correctamente el paseo de cebra, con el semáforo en verde para los peatones. Los viandantes que se encontraban en la zona añadieron que el coche circulaba a gran velocidad, según indicó un portavoz de Emergencias Madrid. Debido al impacto del golpe, que fue muy violento, la víctima entró en parada cardiorrespiratoria. El perro, de color canela, salió despedido a más de 20 metros del cruce, unos metros más allá de su dueño.
Yolanda Martínez, que trabaja en una tienda de reprografía en el número 1 de Santa Casilda, contó a EL PAÍS que el anciano, que vivía en el número 3 de la misma calle junto a su mujer y su hijo, estaba a punto de salir de viaje para disfrutar de unas vacaciones. De hecho, su familia bajaba las maletas al coche mientras él sacaba al perro antes de meterlo en el vehículo. Habitualmente era el hijo el que paseaba al can más tarde, según ha declarado Estrella, que trabaja en una tienda cercana. Cuando el SAMUR llegó al lugar, intentó reanimar sin éxito a la víctima, que sufría, además, un traumatismo cráneoencefálico y fractura de pelvis.
Los familiares del fallecido escucharon el accidente y, al ver que era su familiar, sufrieron un ataque de ansiedad, del que fueron atendido por los psicólogos del SAMUR. Luis, camarero de un bar restaurante situado en la esquina donde se produjo el atropello mortal, aseguró que un agente de la policía que entró en el establecimiento a pedir agua poco después del siniestro le contó que el accidente se produjo durante una persecución policial y que se había dado con el conductor en Pirámides. Luis también sostuvo que el fallecido cruzaba en verde según le indicó el mismo agente.
Después, fuentes de la investigación ofrecieron una versión de los hechos que sitúa la muerte tras la persecución y no durante esta. Según estas fuentes, un coche camuflado de la Policía Municipal vio que un vehículo que salía de un aparcamiento del aparcamiento de la plaza de Tudescos, junto a Gran Vía, estuvo a punto de atropellar a un agente. Se inició entonces una persecución en la que otro coche de la policía le intentó cortar el paso en plena Gran Vía. El hombre chocó con el vehículo patrulla y continuó su recorrido.
El turismo fue localizado finalmente abandonado en Arganzuela. Especialistas de Policía Científica lo inspeccionaron en busca de huellas y pruebas. Además de la matrícula del coche, la policía contó con la descripción del ciudadano que llamó a los servicios de emergencias para comunicar el atropello. El detenido será acusado, entre otros, de un delito contra la seguridad del tráfico y otro por homicidio imprudente, según las mismas fuentes de la investigación.
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