Los socialistas y la patronal alavesa agudizan su distancia con Confebask
El PSE y el SEA se desmarcan de la unidad institucional que reclama Lujua
“Si estuviésemos todos de acuerdo en cuatro o cinco cosas para la economía, todo iba a ir mucho mejor”. Esta unión solicitada ayer por el presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, en la Tribuna Euskadi, en Bilbao, parece que, al menos de momento, no va a ser posible. Su defensa el pasado jueves de un Gobierno “fuerte” e “inmediato” para salir de la crisis, interpretada como una petición velada de un adelanto electoral, ha generado una gran división, como quedó patente en el acto del hotel Ercilla, al que no acudió ningún dirigente socialista destacado ni ningún miembro de la patronal alavesa SEA. Lujua estuvo arropado, en cambio, por importantes representantes del PNV y del PP, formaciones críticas con el Ejecutivo del lehendakari, Patxi López, y partidarias de unos comicios anticipados.
El máximo responsable de la patronal rompió con su planteamiento nítidamente político las buenas relaciones entre el Gobierno vasco y la cúpula empresarial a lo largo de la actual legislatura. El PSE tachó a Lujua de "desleal" y de "recadero del PNV". Como muestra del malestar causado por sus palabras, ningún dirigente socialista destacado asistió a su conferencia en la Tribuna Forum Europa. Tampoco lo hicieron representantes de la patronal alavesa, igualmente muy crítica con la postura de Lujua. “La prioridad es la economía, no la política”, censuró el presidente de esta entidad, Pascal Gómez. A la conferencia tan solo acudió un representante del Gobierno vasco, el viceconsejero de Función Pública, Juan Carlos Ramos, mientras que por el PSE estuvo el parlamentario Vicente Reyes.
Pide unidad “en cuatro o cinco cosas” para que todo vaya mejor en economía
Como era de esperar, el presidente de Confebask contó el apoyo de destacados dirigentes del PNV —el diputado general, José Luis Bilbao; el presidente de Bizkai Buru Batzar, Andoni Ortuzar; y el ex lehendakari José Antonio Ardanza— y del PP —el presidente del partido en el País Vasco, Antonio Basagoiti; la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga; y el delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo—.
Tras la ruptura del pacto de gobierno PSE-PP, peneuvistas y populares han proclamado “la necesidad” de adelantar las elecciones, en principio previstas para febrero o marzo del próximo año. El presidente del PNV y candidato a lehendakari por este partido, Iñigo Urkullu, recalcó el domingo en un acto en Álava, al hilo de los argumentos empleados por Lujua, que “los socialistas están cada vez más solos”.
Durante el coloquio posterior a la conferencia, Lujua aceptó responder solo a una pregunta sobre la polémica que suscitaron sus declaraciones de la pasada semana. El presidente de Confebask no rectificó ni matizó sus palabras, sino que culpó a “algunos” periodistas —eludió especificar quiénes— de haberlas interpretado mal. “En lugar de contestar con monosílabos, lo hice de forma educada. Dije que era un momento complicado y que hacía falta un Gobierno fuerte y de eso se concluyó que había pedido un adelanto electoral”, explicó. “En ningún caso salió eso de mi boca”, señaló visiblemente enfadado. “Ni pedí eso ni lo pido ahora”, enfatizó.
A la conferencia sí asistieron destacados dirigentes populares y peneuvistas
Lujua recordó que dentro del colectivo empresarial conviven “todas la ideologías” y que Confebask no puede proponer un adelanto electoral “porque no es su función ni un tema a tratar en su junta directiva”. También pidió que de sus explicaciones no se sacara “otro titular”.
Como receta para salir de la crisis, el presidente de la patronal abogó por un plan interinstitucional de inversión pública entre el Gobierno y las tres diputaciones, algo que consideró “difícil” por estar cada institución regida por una fuerza política distinta. Asimismo, recordó las líneas estratégicas del Plan Extraordinario 2012-2014 presentado la pasada semana, que recoge la necesidad de impulsar más ventajas fiscales para las empresas y la posibilidad de crear un fondo extraordinario de inversión para fomentar proyectos y, con ellos, la economía. “Sin crédito no habrá reactivación”, advirtió.
Lujua se mostró a favor de “optimizar” el tamaño del sector público —“eso no significa bajar salarios”, indicó— y rechazó haber propuesto la venta de patrimonio público o las privatizaciones de empresas públicas. También defendió la posibilidad de exigir responsabilidades penales a los cargos públicos o empresariales por su mala gestión.
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