Los médicos recelan del control de las recetas por el sector privado

Los médicos de familia no ven con buenos ojos la intención de la Generalitat de ceder al sector privado el control de los medicamentos que recetan. Esta medida es una de las que se contemplan en el borrador al que ha accedido este diario sobre el nuevo modelo privatizador que pretende aplicar el Gobierno valenciano a la sanidad pública que consiste en conceder a operadores privados la gestión de buena parte de la sanidad.

Tanto desde la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Svmfyc) como desde la delegación valenciana de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) recelan de la supervisión de la prescripción por parte del gestor privado que resulte adjudicatario de los lotes en los que se dividirá el mapa sanitario.

“Nos preocupa que se pueda acabar primando el criterio económico frente al sanitario”, comenta a este diario Carlos Fluixá, presidente de la Svmfyc, la principal entidad de médicos de familia del territorio valenciano. Fluixá no solo destaca la posible pérdida de calidad asistencial que puede resultar de los conflictos de intereses que eventualmente se planteen entre los médicos y la empresa encargada de supervisar lo que recetan.

También lamenta que, antes de optar por esta medida, la Administración valenciana no haya sido capaz de poner en marcha herramientas de control del gasto que tenía a su disposición, “algo que sí han hecho otras autonomías”. “No ha sabido aplicar mecanismos de incentivación a los médicos y, como no se ven capaces de hacerlo, han optado por la empresa privada”.

Los sindicatos protestan contra el nuevo modelo

Además, el representante de la Sevmfyc reprocha a la Consejería de Sanidad que no se haya contado con los profesionales para buscar soluciones de forma conjunta antes de tomar medidas drásticas.

Ramón García-Noblejas, presidente de Semergen en Valencia coincide con Fluixá en destacar los esfuerzos que se han hecho en otras autonomías, como en Andalucía, en incentivar buenas prácticas en el uso racional del medicamento. Y en los riesgos del modelo: “En principio la medida no nos parece bien”. 

García-Noblejas sostiene que los médicos seguirán prescribiendo los medicamentos que consideren más adecuados para los pacientes. Además, recuerda que el uso racional del medicamento no se mide en un ahorro en el gasto, sino en tratamientos eficaces, que también sirvan para contener el gasto hospitalario.

La Generalitat prevé que las empresas tengan una función relevante en cuestiones como la elaboración de protocolos de uso de fármacos, “particularmente en relación a los de mayor impacto económico”, como recoge el documento oficial en el que la Consejería de Sanidad describe el nuevo modelo de gestión. Además, contempla colaborar en la formación de los médicos, en el seguimiento de la prescripción por facultativo o en su incentivación “en relación con el seguimiento de determinadas pautas terapéuticas”.

No ha sabido aplicar mecanismos de incentivación a los médicos y han optado por la empresa privada

El vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar, se refirió ayer a este documento en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell e indicó que se trata de “un borrador, que no ha alcanzado la categoría de documento administrativo”. Además, negó que los miembros del Gobierno valenciano debatieran su contenido ayer, en contra de lo que adelantara el jueves el consejero de Sanidad Luis Rosado.

El nuevo modelo de gestión fue el motivo de la protesta que los sindicatos Cemsatse, UGT, CC OO, CSIF y USAE llevaron ayer a las puertas de la Consejería de Sanidad en Valencia. Con una fuerte pitada y al grito de “Rosado se siente la sanidad no se vende”, los convocantes de la manifestación exigieron al consejero que “recapacite” y dé marcha atrás en la implantación de un modelo privatizador que supondrá “el principio del fin”. Los manifestantes llevaban pancartas con lemas como “Contra la privatización De la sanidad y el recorte de derechos”, o “Han matado la Sanidad pública”.

“No retorno”

 La protesta de ayer es el prólogo de la huelga que han convocado en el sector sanitario para el próximo 28 de junio. El responsable de sanidad de CC<TH>OO, Arturo León, señaló que se ha iniciado un camino “de no retorno hacia la privatización de la sanidad pública”, lo que “se va a traducir en recortes a los derechos sociales, a los usuarios y a los trabajadores”.

Por su parte, el portavoz del PSPV, Francesc Romeu, acusó al Consell de “enmascarar un ataque al Estado de bienestar” con la privatización de la gestión que se pretende llevar a cabo con el nuevo modelo sanitario.