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El PSE tacha de desleal a Confebask por reclamar un Ejecutivo “fuerte”

La polémica fuerza a Lujua a precisar que no ha pedido el adelanto electoral

Casado (en el centro), entre Oskar Matute, de Alternatiba (a su izquierda), y Arza, en la reunión.
Casado (en el centro), entre Oskar Matute, de Alternatiba (a su izquierda), y Arza, en la reunión.santos cirilo

El planteamiento nítidamente político que el jueves realizó Confebask al reclamar un Gobierno autónomo “fuerte” para salir de la crisis, se topó ayer con la contundente respuesta del PSE, que no dudó en acusar de deslealtad a la patronal por “romper” su neutralidad. El cruce de declaraciones ha enturbiado la buena relación que el Ejecutivo socialista y la cúpula empresarial han mantenido durante la actual legislatura. Hasta el punto de que el propio presidente de la patronal, Miguel Ángel Lujua, se vio obligado ayer a matizar sus declaraciones y explicar que “en ningún momento” lo que se ha planteado es un adelanto electoral.

Fue el portavoz socialista, José Antonio Pastor, quien compareció en Bilbao con el único objetivo de contestar a Confebask. Primero, en el plano político, al preguntarse qué es para la cúpula empresarial un Gobierno fuerte. “¿Los de Ibarretxe quizá, que en diez años nunca tuvo mayoría absoluta y fue incluso incapaz de sacar adelante presupuestos?”, planteó, antes de cuestionar incluso que un adelanto electoral garantice un Gabinete más sólido. En este sentido, acusó a la patronal de “dejarse llevar por los argumentos simples” de los partidos y recriminó que nunca antes se había reclamado semejante “urgencia” electoral a los Ejecutivos del PNV.

Expuesto el reproche político como punto de partida, Pastor extendió su rechazo a las propuestas económicas de la patronal, para lo que recurrió al bagaje de los últimos años. De inicio, se mostró “sorprendido” por las críticas al endeudamiento del Gobierno vasco, cuando Euskadi se mantiene como una de las comunidades autónomas mejor posicionadas y, además, parte de su deuda ha servido “para ayudar a las empresas vascas a subsistir”. Así, recordó que Confebask dio su visto bueno a los más de 2.000 millones de euros que, procedentes de recursos públicos, aprobó el Ejecutivo de López para financiar nuevos proyectos. Una iniciativa sin parangón en el resto de España, según remarcó ayer.

“No entendemos que quien obtiene apoyo de este Gobierno diga a la vez que hace falta otro Gobierno”, lamentó el portavoz socialista, quien trató de desmontar también las críticas de los empresarios al elevado gasto corriente del Ejecutivo autónomo, clave del endeudamiento para la patronal. Según argumentó Pastor, “más del 80%” del incremento que se ha registrado en los últimos años corresponde a los ejercicios 2008 y 2009, en los que gobernaba Ibarretxe. “Lo que ha hecho López es frenar en seco ese aumento”, destacó.

Pastor considera “impresentables” las propuestas de los empresarios

En un discurso que fue de menos a más en intensidad, el dirigente socialista no dudó en tildar de “insolidaria” a la patronal y de “impresentables”, ante la actual recesión económica, sus propuestas para conseguir una financiación extraordinaria para nuevos proyectos. Se refirió así a la pretensión empresarial de privatizar servicios para supuestamente “mejorar su eficacia” y a la de vender patrimonio público que, según Confebask, “no tiene sentido mantener en tiempos de crisis”.

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En la misma línea, Pastor reprobó la reforma fiscal planteada por la patronal para “bajar los impuestos a las empresas y subir el de los trabajadores”. Una posibilidad a la que se negó en rotundo. “Estamos convencidos de que las pymes y los autónomos, al igual que los asalariados, que aportan más del 80% de los impuestos, prefieren que paguen más quienes obtienen grandes beneficios”, manifestó, a modo de advertencia sobre la capacidad del Ejecutivo.

Fue en este punto cuando el portavoz socialista, aunque garantizó que el actual Gobierno vasco mantendrá su línea de diálogo social con empresarios y sindicatos, instó a la junta directiva de Confebask a presentarse a las elecciones si lo que realmente pretende es “hacer política”. “Podrán hacerlo sin ningún problema en alguna lista electoral que les acogerá con los brazos abiertos”, consideró, en una velada referencia al PNV.

Visto el cariz que tomaba la polémica y las criticas socialistas el propio Lujua se vio obligado a matizar a última hora de la mañana en su blog personal su posición. “La necesidad de un Gobierno fuerte obedece a que creemos que fortaleza y estabilidad es lo que precisan nuestra economía y nuestro país en los delicados momentos que atravesamos”, aseguró el responsable de la patronal, quien desvinculó este deseo de la petición expresa de un adelanto electoral. “Ni nos corresponde, ni tenemos competencia”, justificó.

El PNV, sin embargo, se valió de las críticas empresariales al endeudamiento y de la demanda de un Gobierno fuerte para cargar contra el lehendakari. Fue el presidente nacionalista en Álava, Xabier Agirre, quien acusó a López de hacer “oídos sordos” a una convocatoria anticipada de elecciones que calificó como una “necesidad de país”. En sentido inverso, Alternatiba emplazó a la patronal a “dejar las políticas neoliberales en manos de sus partidos títeres”, como definió a PNV, PSE y PP.

EH Bildu habla con UGT de economía

Euskal Herri Bildu, la marca con que la izquierda abertzale y sus actuales socios en Amaiur concurrirán a las próximas elecciones autonómicas, ha tomado el testigo de esta última coalición a la hora de presentar y explicar a distintos agentes sociales y económicos la propuesta en estos terrenos que los independentistas hicieron pública el pasado 1 de mayo. Estos planteamientos, desarrollados posteriormente en un documento más cercano a un boceto de programa electoral, ponen la soberanía de Euskadi como mejor solución para la crisis y defienden, por ejemplo, “una moratoria inmediata de las grandes infraestructuras que se están construyendo en la actualidad”, aunque sin citar cuáles.

Dentro de esa ronda de contactos, representantes de las cuatro formaciones asociadas en EH Bildu (la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba) se reunieron ayer durante hora y media en la sede de UGT-Euskadi en Bilbao con una delegación de este sindicato. Encabezaba la representación de la central su secretario general, Dámaso Casado, a quien acompañaron sus secretarios de Organización, Raúl Arza; Formación, Felipe García; y Administración, Montxo Lopategi.

Además de la presentación de la propuesta socioeconómica de los independentistas, ambas partes contrastaron sus opiniones respecto a la reforma laboral, los recortes sociales, las privatizaciones y el rescate financiero de la banca española aceptado hace hoy una semana por el Eurogrupo.

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