La patronal alavesa se desmarca del discurso político lanzado por Lujua

La petición de adelanto electoral que lanzó anteayer el presidente de la patronal Confebask, Miguel Ángel Lujua, con motivo de la presentación del plan extraordinario de reactivación de la economía desarrollado por la organización no ha sentado demasiado bien en algunos círculos empresariales.

El presidente de la patronal alavesa SEA, Pascal Gómez, aseguró ayer a EL PAÍS que la “prioridad es la economía, no la política”. “Nosotros tenemos que hacer un desarrollo economico y por eso hemos presentado una batería de medidas para incentivar la economía. Y eso es realmente lo que nos preocupa y nos ocupa”, señaló.

Fuentes del SEA criticaron no solo la improvisada demanda de elecciones anticipadas y de “un Gobierno fuerte” que hizo Lujua, sino la propia puesta en escena de su planteamiento para sacar a Euskadi de la crisis. Junto al responsable de Confebask comparecieron ante la prensa en Bilbao dos militantes del PNV y ex cargos públicos de esa formación: la secretaria general de la patronal y exconsejera de Obras Públicas y Transportes, Nuria López de Guereñu, y el exdiputado de Hacienda de Bizkaia Fernando Olmos, hoy vicepresidente de Confebask.

Gómez opina que “un Gobierno en minoría también puede ser fuerte”

Gómez recordó ayer que “un Gobierno en minoría también puede ser fuerte”, una característica que vinculó más a su capacidad para llegar a acuerdos con los agentes sociales y el resto de partidos que con el predominio en el Parlamento. “Un Gobierno en mayoría puede ser débil si no logra seducir al resto de los grupos”, aseguró.

El desmarque del SEA no fue el único. Lujua recibió numerosas quejas de diversos círculos empresariales y otros agentes sociales por alinearse tan directamente con las demandas del principal partido de la oposición y hacerlo con argumentos como el incremento del gasto corriente. “Confebask recibe cuantiosas subvenciones y ayudas del Gobierno vasco, precisamente, para cubrir sus gastos corrientes”, criticaron estas fuentes.

Otra de las discrepancias de criterio se basa en la manera de elevar la presión fiscal para aumentar los ingresos en las Administraciones públicas. Entre las medidas que Lujua propuso para lograr más recursos públicos citó la conveniencia de bajar los tipos del Impuesto de Sociedades y, de forma paralela, subir aun más la presión sobre las rentas de trabajo que grava el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Círculos empresariales trasladan su malestar a Lujua

Si la reforma fiscal que hizo el Gobierno central se centró de manera casi exclusiva en subir las rentas de trabajo, Confebask volvió a solicitar una nueva vuelta de tuerca a los tipos de ese impuesto.

Aunque hay una coincidencia básica en el mundo empresarial en que una rebaja del impuesto que grava los beneficios de las compañías sería bueno para incrementar los destinados a I+D o en internacionalización, la subida del IRPF no concita todos los apoyos.

Gómez sostiene que de lo que se trata es de aumentar la base de cotizantes a la Seguridad Social para lograr más ingresos. “Hay una regla de oro. No se trata de pagar más los que estamos pagando, sino de que haya más gente cotizando. En Álava en 2007 había 150.000 cotizantes, ahora 142.000”, explicó Gómez.

Sí coincide en el diagnóstico de los problemas que acucian a las empresas en este momento, como la falta de financiación a todas, pero de manera alarmante a las pymes.