Educación mantiene los 228 millones en ayudas pero cambiará su distribución

La Consejería de Educación mantendrá el próximo curso académico el mismo volumen de ayudas escolares que en el presente, 228 millones de euros, aunque las redistribuirá al suprimir la universalidad de las subvenciones para material escolar (bono-libro) e incorporar nuevas "ayudas sociales".

Los alumnos de Educación Especial, en familias de acogida o víctimas de violencia machista o del terrorismo serán "beneficiarios directos" del "bono-libro" y de las ayudas al comedor escolar, cuya concesión, en el resto de casos, se desvinculará de la ayuda al transporte y se asociará a la renta familiar per cápita.

La consejera de Educación, Formación y Empleo, María José Catalá, ha detallado hoy las órdenes que su departamento aprobará para el próximo curso, y en las que se ha intentado "compensar las desigualdades socioeconómicas para garantizar la igualdad de oportunidades de todo el alumnado".

Los alumnos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria y universitarios recibirán durante el curso 2012-2013 un total de 228,03 millones de euros en ayudas, de los que se beneficiarán 495.500 estudiantes de los distintos niveles educativos, según las previsiones de la consejería.

Preguntada sobre las plantillas de docentes para el próximo curso, en que se estudia aplicar un aumento de alumnos por aula, Catalá ha precisado que se mantendrá en niveles "muy aproximados" a los actuales y que "es posible que no haya una contratación de interinos superior a la que ya existe".

Preguntada por las plazas de docentes, la consejera ha aclarado que no se prevén los "despidos o no contratación de interinos -colectivo integrado actualmente por 7.800 docentes- de la que hablan los sindicatos". Català ha incidido en que los ratios no se van a incrementar en todos los centros, en que durante el próximo curso se producirán unas 1.500 jubilaciones.

Las ayudas para la adquisición de libros de texto dejarán de ser universales para ser "sociales", según Catalá, con tres tramos de ayuda en función de la renta por cada miembro de la unidad familiar y otras circunstancias sociofamiliares.

El importe máximo aumentará de 105 a 125 euros, cantidad que podrán obtener rentas per cápita inferiores a los 5.591 euros, mientras que las rentas hasta 7.455 lograrán el 70% y, por encima de ese umbral, solo se podrá asignar el 40% de la beca. Estos criterios regirán en la mayoría de solicitudes del bono-libro, que contará con una partida global de 31 millones de euros y 250.000 beneficiarios.

Al margen de estos requisitos, se dará la ayuda directamente a los hijos de familias de acogida, de víctimas de violencia de género o de terrorismo, a alumnos con Premios Extraordinario al Rendimiento Académico y a estudiantes de Centros de Educación Especial y Centros de Acción Educativa Singular (CAES). Estos alumnos también obtendrán, sin baremación, la beca de comedor escolar, asignada en el resto de casos en función de la renta familiar.

Esta beca, que tendrá una línea de 76 millones de euros para atender a unos 160.000 alumnos, se desvinculará de la ayuda al transporte escolar, que contará con una partida global de 63,5 millones para 50.000 estudiantes.

Como novedad, en la tramitación de estas ayudas se utilizará una herramienta cartográfica para calcular con exactitud la distancia entre el centro y la residencia del alumno, que deberá vivir en un municipio distinto o a más de tres kilómetros de su colegio o instituto para ser becado.

El bono infantil es la única beca que mantiene su "universalidad", con un crédito de 30,6 millones, 35.000 beneficiarios previstos y la posibilidad de inscribir a alumnos no nacidos.