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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Compromiso ciudadano

"Los grandes empresarios optan por la cobardía y reparten las culpas entre todo ser viviente, para salvar así a la casta que ha provocado la quiebra fraudulenta de las instituciones"

Vivimos tiempos convulsos. La crisis social asociada a la gran estafa financiera está abocando a millones de ciudadanos a la pobreza. Los mercados han impuesto su lógica a una clase política que sólo representa sus propios intereses y, siendo generosos, la de las grandes instituciones del siglo XX. Una casta de financieros y burócratas que, gracias al blindaje del sistema electoral que prima el bipartidismo, se permite imponer un recorte sin vuelta atrás a nuestro sistema de protección social, con tan sólo un 50% del censo electoral.

Mientras tanto, los ciudadanos se organizan, no se sienten representados por el turno de partidos y dan un paso adelante para enjuiciar a los responsables de la gran estafa, plantar cara a los gobernantes cómplices y exigir un cambio urgente de prioridades en Europa. Son ciudadanos que nunca han vivido por encima de sus posibilidades, ni son responsables subsidiarios de la gran estafa. Son gente normal y corriente que se esfuerza, emprende y trabaja día a día, muy a pesar de los grandes empresarios que, al no tener el valor de promover un juicio de Nüremberg a los verdaderos responsables de la estafa, optan por la cobardía y reparten las culpas entre todo ser viviente, para salvar así a la casta que ha provocado la quiebra fraudulenta de las instituciones.

Esta mayoría ciudadana emergente tiene identificada las razones de esta gran estafa: la incompetencia, la desregulación financiera, la arbitrariedad y la corrupción política. Esta mayoría ciudadana no se siente responsable de los gastos y inversiones de las Administraciones públicas, ni de la deuda. Menos aún de su financiación. No se siente responsable del rescate a los bancos y diariamente exige rescate a los miles de personas que lo necesitan.

En este espacio ciudadano es donde se fraguó Compromís y su importante éxito electoral. Hoy cumplimos nuestro primer año como representantes de este movimiento en el Ayuntamiento de Valencia. Aquel 11 de junio en que tomamos posesión, aún estaban presentes las acampadas del 15M, el PP confiaba en revertir el desastre que representó ZP y pocos eran los que vaticinaban el temido rescate. Un año después, sin embargo, y vista la desastrosa gestión de Rajoy y la tibieza de Rubalcaba, hay más emergencia de movimientos ciudadanos que superen la lógica del bipartidismo y los intereses autorepresentados del sistema, para que no se subyuguen a las directrices de la austeridad alemana.

En sólo un año, Valencia se ha convertido en el epicentro de esta nueva narración ciudadana, pasando de ser el escaparate del lujo y el despilfarro de la época Camps-Barberá a una ciudad que supo dar la vuelta al mundo por su capacidad de movilización en la Primavera Valenciana o las grandes manifestaciones contra los brutales recortes sociales perpetrados por el PP. Valencia ha dado un volantazo a su historia reciente y, en este último año, se ha demostrado a si misma que tiene pulsión ciudadana, más allá de los tópicos.

Este fin de semana, Syriza puede sepultar el viejo sistema de partidos griegos. Tanto el PASOK, como Nueva Democracia, que hasta hace poco gobernaron el pueblo que vio nacer Europa, pueden pasar a la oposición. Los jóvenes griegos y los no tan jóvenes, sin futuro ni trabajo, y que se informan a través de unas redes sociales que construyen una realidad más certera que la de los medios del siglo XX, confían en este nuevo espacio ciudadano que cada vez adquiere más dimensión continental. En este sentido, la gente de Compromís aspiramos a representarlo cada día en Valencia.

Queremos romper el actual sistema y transformar las prioridades públicas. Nuestra sola presencia en el Ayuntamiento está obligando al PP (y también al PSOE) a cambiar el paso de las últimas décadas, con la renuncia a los privilegios, la creciente visibilidad de los nuevos movimientos ciudadanos y la rotura de las costuras políticas del sistema. Esta visión de ruptura con el sistema, sentido común y compromiso ciudadano va a seguir siendo, como lo ha sido este año, nuestra razón de ser.

Joan Ribó, Consol Castillo y Pilar Soriano, concejales de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia

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