Veto a las ‘rutas alcohólicas’ en el centro de Barcelona
El Ayuntamiento impondrá multas de 900 euros a promotores y clientes de recorridos de borrachera
Coto al turismo de borrachera en Barcelona. La ciudad sancionará con 900 euros a los promotores, usuarios y bares involucrados en lo que el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn (CiU), ha denominado “rutas organizadas entre establecimientos de concurrencia pública”. Se trata de grupos de hasta 60 personas, que, tras pagar entre 15 y 20 euros, hacen un circuito por diferentes locales, generando aglomeraciones y ruido debido a la gran ingesta de alcohol.
“El turismo es una pieza importante en la capital catalana, pero hemos de trabajar para minimizar los problemas que genera”, ha asegurado Forn. La regidora de Ciutat Vella, Mercè Homs (CiU), ha explicado que la norma regulará el horario de estas prácticas, restringiéndolas entre las once de la noche y las siete de la mañana. “Se les puede identificar [a quienes participan en esos recorridos] porque usan pulsera y son conducidos por un guía. Y la conducta incívica es evidente”, ha explicado.
Uno de los sitios web promotores de estas actividades ofrece por 15 euros actividades similares a las que se realizan en el polémico Saloufest de Salou (Tarragonès). La página indica que es un recorrido por cuatro bares y añade: "En el camino jugaremos algunos juegos locos de bebida, así que prepárate para cerveza en tubo, empapadas en vodka y, claro está, chupitos corporales". Un vídeo de la propia empresa resulta bastante ilustrativo.
Homs ha asegurado que el distrito ya tiene identificadas algunas zonas donde se realizan estas actividades. Entre ellas, la plaza Reial, la calle Ample, Nou de la Rambla, el Born y la calle de Joaquín Costa. La medida se enmarca en un plan para evitar el ruido que genera el ocio nocturno.
El decreto de la prohibición fue firmado el jueves por el alcalde Xavier Trias y tras su tramitación se espera que entre en vigor el próximo 1 de julio. Forn ha explicado que no se aplicará a las despedidas de soltero, pero que quienes violen las normas serán perseguidos “como ya hace” la Guardia Urbana.
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