La renovación de la FAMP vuelve a atascarse tras un año de interinidad
El PP denuncia nuevas “triquiñuelas” del PSOE para conservar el control del órgano
Las elecciones autonómicas pasaron, el Parlamento se constituyó y el Gobierno de la Junta está ya funcionando a pleno rendimiento. Pero la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) sigue atascada, en el mismo punto de interinidad en el que se quedó cuando intentó renovarse en noviembre pasado para adaptar su composición a los resultados de los comicios locales del 22 de mayo de 2011. El momento que se escogió entonces era complicado: justo entre las elecciones generales y andaluzas, con la rivalidad de PSOE y PP en su cota más álgida, y la convocatoria de la asamblea constituyente derivó en una bronca que dejó todo en suspenso.
Sin embargo, la clarificación del reparto institucional en Andalucía no ha servido para nada. Populares y socialistas continúan su pugna para presidir el órgano: los primeros, con el argumento de que tienen más alcaldías y concejales que el PP; los segundos, con su victoria global en los comicios (300.000 votos más, todas las capitales y cinco diputaciones). El presidente en funciones, Francisco Toscano (PSOE), propuso este viernes convocar otra vez la asamblea de renovación para finales de mes y se encontró con la negativa rotunda del PP.
En una reunión de la ejecutiva de la FAMP, Toscano sugirió dar por válidos los trámites anteriores a la fallida asamblea de noviembre, que no se llegó ni a constituir tras varias horas de discusiones, con el propósito de acelerar los plazos y que pueda hacerse antes del verano. Si se empieza desde el principio, se iría a septiembre u octubre, ya que es preceptivo que transcurra al menos un mes desde la convocatoria, e iniciar el recuento del censo, etcétera. La solución acordada fue pedir un informe de los servicios jurídicos de la federación sobre la fórmula más adecuada. Toscano aseguró que no va a tratar de forzar que se celebre en una fecha determinada, si bien, lo realmente trascendente —quién presidirá finalmente la FAMP— está tan encastillado como hace siete meses.
El popular José Antonio Nieto, quien ayer sustituyó en la vicepresidencia a Carmen Crespo (ahora delegada del Gobierno en Andalucía), calificó el proceso de “embrollo” y “esperpento”, y acusó al PSOE de agarrarse a todo tipo de “triquiñuelas” legales para intentar conservar el control del órgano. La postura del PP es que ganó de calle las elecciones y, por tanto, le corresponde la presidencia, que debe ir acompañada de un cambio de modelo. Nieto dijo que la propuesta de retomar la asamblea allí donde se quedó es un nuevo truco para inflar el censo a favor de los socialistas y “agarrarse al sillón hasta el final”.
El también alcalde de Cordoba anunció que si se convoca la asamblea el 30 de junio acudirá a los tribunales. El PP ya denunció la inclusión de las mancomunidades en el censo de votos, una estrategia que adoptó el PSOE para romper la mayoría absoluta del PP. Los estatutos de la FAMP establecen que estas entidades locales computan a la hora del recuento de sufragios en igualdad de condiciones que los ayuntamientos y las diputaciones. Como medida cautelar, pedían que se suspendiera el censo aprobado el pasado 20 de octubre. La juez no atendió el requerimiento, pero el litigio respecto al fondo (que las mancomunidades no formen parte de la FAMP) sigue su curso.
En cualquier caso, más que en la propia FAMP, la pelota está en el tejado de los partidos, quienes poseen las claves para negociar un acuerdo de gobernabilidad. Nieto dijo que no se han producido contactos a este nivel. Tras el pacto de PSOE e IU en la Junta, los izquierdistas (que en noviembre se descolgaron) han asegurado ahora el apoyo a sus socios. El vicepresidente del Gobierno, Diego Valderas, fue el viernes muy explícito: “La FAMP la debe liderar la mayoría progresista”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.