La defensa tacha de “absurdo” el primer juicio penal por no escolarizar a un niño
La fiscalía imputa a la madre un delito de abandono de menores La madre sacó al niño del colegio tras escolarizarlo seis días en 2009
Por primera vez en Galicia, un juzgado de lo penal, el número 2 de Vigo, juzgó ayer a una madre por no escolarizar a su hijo, una actitud que la fiscalía considera un delito de abandono de menores. La defensa de A.R.L.V., cuyo hijo tiene en la actualidad 10 años, tachó de “absurdo” que la vista oral se convirtiese en una “discusión pedagógica” sobre el grado de conocimientos del niño. “Los exámenes no son más que una justificación para el sistema de que los niños están aprendiendo”, criticó la madre.
En el juicio comparecieron, además de la madre, la directora y el orientador del colegio en el que el niño asistió a clases convencionales durante seis días de 2009, una experta en psicopedagogía y una psicóloga. Los responsables del centro educativo declararon que los conocimientos del niño aconsejaron retrasarlo un curso, pero sin tiempo para la adaptación: la madre decidió retirarlo porque el niño se negaba a entrar en clase. Para la directora, seis días son “poco tiempo” para que un niño que nunca había estado escolarizado se pudiese adaptar.
La madre y su abogado rechazan de plano que la decisión de no llevar a un hijo a un colegio pueda constituir delito alguno, aunque admiten que hay tres sentencias de juzgados civiles que han obligado a los padres a escolarizar a los niños. De prosperar la petición fiscal, que reclama una multa de 1.260 euros, sería el primer caso en España en el que la no escolarización se considera delito de abandono familiar.
"Los conocimientos están por debajo de los mínmos", sostiene la fiscal
En Galicia existen alrededor de 50 familias que han decidido no llevar a sus hijos a colegios homologados, para que sean educados en sus casas o en centros específicos no homologados. En el caso de A.R.L.V., ese centro es el Pumariños de Vigo, en el que estudian otros tres niños. Su presidente defendió en el juicio la implicación de la madre en la educación del hijo, lo mismo que dos amigas de la acusada, que pertenece a la Asociación para la Libre Educación (ALE).
La psicopedagoga concluyó que el niño “necesita respeto por su proceso madurativo-cognitivo” y que sus procesos cognitivos están en “la media y normalidad estadística”. La psicóloga, mientras, destacó que las competencias cognitivas que el niño tiene por debajo de la media “no son alarmantes” y estimó que éstas se producen “con independencia del sistema educativo” pues son “características del niño en sí”. La fiscal, en cambio, sostuvo que los conocimientos del niño están “muy por debajo de los mínimos”.
Para el abogado de la madre, Francisco Fernández Tarrío, el juicio de ayer fue “surrealista”. “Durante dos horas, la discusión en un juzgado de lo penal se centró en los conocimientos del niño, sin que se aportase prueba alguna de daño para el menor”, lamentó. Tarrío defendió que la postura de la madre no tiene que ver con la despreocupación por su hijo: “Todo lo contrario: su opinión es meditada, fruto de la información, de cursos y de informes psicopedagógicos”.
En Galicia, la Xunta propuso inicialmente en la Ley de Familia de 2011 un artículo por el que la no escolarización pasaba a ser considerado desamparo. La ALE tuvo un papel fundamental en las negociaciones con la secretaria general de Familia, Susana López Abella, para modificar la redacción de la norma, que acabó condicionando el abandono a que exista “perjuicio para el menor”. La presidenta de la Plataforma por la Libre Educación, Laura Mascaró, considera que los tres casos en los que los jueces han obligado a escolarizar niños son pocos en comparación con los más de 4.000 chicos que optan por el modelo alternativo, aunque sostiene que en ninguno se debería obligar a los padres a escolarizar a menores de edad.
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