La Bienal supera sus expectativas de compra y confirma el alza del sector

Un haz de luz en medio de la tenebrosa tormenta. Así se presenta la máquina herramienta en el conjunto la economía vasca. Lo evidencian los datos que apuntan al despegue del sector y lo ha ratificado esta semana la Bienal que hoy se clausura en el BEC de Barakaldo. La feria, la más importante de las que se celebran en España, ha superado todas las expectativas de las empresas en cuanto a número de consultas y operaciones. Ha mejorado las estadísticas de la anterior edición y se ha aproximado a las de 2008, cuando la crisis era tan solo una amenaza. Los organizadores, optimistas, trabajan ya en la de 2014.

Euskadi representa cuatro quintas partes del sector en España y exporta el 90% de su producción, lo que ha permitido compensar la caída de la demanda interna. “Alemanes, brasileños, indios, turcos o belgas” han sido, por ejemplo, solo algunos de los clientes que a lo largo de la semana se han interesado por los productos del grupo vasco Danobat, uno de los más potentes de la Bienal. Su especialización en máquinas de grandes dimensiones y su capacidad tecnológica emergen como las claves del éxito en un sector globalizado y en el que la oferta tiene a ser homogénea, según incide Rafael Idigoras, uno de los responsables de la marca.

De todas las firmas dedicadas a la máquina herramienta, Correanayak es la única española que cotiza en Bolsa. Gracias a ello se ha labrado también un prestigio internacional que, a lo largo de la Bienal, se ha traducido en importantes acuerdos comerciales. Como el cerrado con una empresa italiana para la venta de una máquina valorada en dos millones de euros. “Ha sido una semana más activa de lo previsto”, se felicita el director general de la firma, Javier Eguren, quien considera que la feria “se ha consolidado”, tras las dificultades de 2010, si bien admite también que, lastrada por la crisis, “será difícil que vuelva a ser lo que fue”.

No solo de empresas, sin embargo, vive la Bienal. En ella tienen cabida también centros de innovación como Tekniker, que no ha recalado en el BEC con la intención de comercializar productos ya diseñados, sino con la misión de ofrecer alternativas tecnológicas a las empresas fabricantes. Belgas, suizos, marroquíes y alemanes son algunos de los profesionales que se han fijado en su oferta, si bien la mayor parte de la demanda es nacional. “Hemos tenido un fabricante de perchas que se ha interesado por el láser para soldar las piezas”, revela, a modo ejemplo, el director comercial de la marca, Carlos Zuazo.

La feria consolida su gancho en el sector educativo y para los futuros profesionales

La satisfacción que trasladan las empresas vascas es extensible a la gran mayoría de las casi 1.200 que se han reunido esta semana en Barakaldo. Así lo perciben los responsables del BEC, a la espera de dar a conocer hoy los resultados finales de su feria más importante. En números globales, la asistencia se ha mantenido estable, si bien las operaciones comerciales han aumentado respecto a la anterior edición, lo que confirma el despegue de un sector clave para la economía vasca. La Bienal se ha consolidado, además, como un referente para el ámbito educativo y los futuros profesionales del sector, que han podido conocer en detalle las demandas del mercado.

Las buenas perspectivas del sector, que ha iniciado el presente año con un crecimiento del 20%, las ratificó ayer el propio consejero de Industria, Bernabé Unda, quien destacó un aumento de los pedidos que apunta hacia un escenario de futuro “muy positivo”.

Durante su visita a la feria, el consejero recalcó la “permanente sinergia” entre las empresas como un requisito fundamental para obtener la fortaleza con la que poder competir en el mercado exterior, que es el que ha contribuido a invertir la decadente balanza. Así, calificó a la máquina herramienta como un “pilar en el crecimiento de la industria vasca” y destacó su “capacidad tractora de nuevas tecnologías”.