“Son unos recortes inconvenientes”

Los recortes presupuestarios que el Gobierno Central y el Consell están acometiendo en los servicios públicos volvieron a ser este jueves el motivo para tomar la calle. Por enésima vez en lo que va de año, miles de personas salieron en Castellón, Valencia y Alicante para reclamar una negociación de unos decretos que, según indicaban, “limitan severamente la calidad de los servicios públicos”.

En Valencia, unas 9.000 personas recorrieron la calle de Colón —desde la plaza de San Agustín hasta el parque de La Alameda— exigiendo una mesa de negociación con el Gobierno que dé marcha atrás a unos recortes “innecesarios e inconvenientes”, según José Manuel Moncho, un maestro de 51 años. “Van haciendo lo que les parece. Sin consultar nada. Solo presentan las medidas, y punto”, añadió.

Con lemas como “No a los recortes. La educación pública es por y para ti” o “Da un golpe de mano por tus derechos”, los asistentes se repartían entre una asistencia mayoritaria de sindicalistas y personas afectadas por la ley de dependencia, bandas que animaban con música lanzando proclamas contra la banca o personal de RTVV que aseguraba que “los trabajadores no son el problema”. “Los grandes poderes no creen que el hijo del obrero pueda compartir pupitre con el de un banquero”, explicaba Rafa, un conductor de la EMT, “y quieren mandar todo por lo que lucharon mis padres al carajo”.

En la manifestación de Alicante hubo pocas pancartas y muchas banderas de sindicatos. Con menor afluencia que en ediciones anteriores (10.000 según los sindicatos y 2.000 según la policía), los manifestantes de la enésima manifestación que se convoca en Alicante reunió, según estimaciones de EL PAÍS, a más de 6.000 personas, muchos de ellos trabajadores de la sanidad, la educación o justicia. “Escucha, Mariano, te queda hasta el verano”, fue alguna de las consignas que fueron coreando.

El secretario de UGT, Óscar Llopis, denunció la “espiral de recortes” en derechos sociales que está aplicando el PP y aseguró que conducirán al “expolio de los servicios públicos”. Consuelo Navarro, secretaria de CC OO, anunció que seguirán “movilizándonos hasta que el Gobierno rectifique”. Pancartas de “No robarás mi salario para fastos y saraos” o con referencias al hundimiento de la CAM. Los sindicatos son conscientes del cansancio que las sucesivas protestas están provocando y admiten cierto desgaste en el poder de convocatoria. La próxima marcha, prevista para el 21 de junio, en plenas Fogueres, se baraja trasladar a Elche. “La gente está cansada y es normal”, admitió un sindicalista.