Rigau recortará 2.300 plazas de docentes para el próximo curso
La Generalitat ingresará 120 millones más por el aumento de tasas universitarias
La Generalitat ha dado una vuelta de tuerca más al recorte del profesorado en los ciclos de primaria y secundaria. El Departamento de Enseñanza que lidera Irene Rigau comunicó ayer a los sindicatos en el marco de la Mesa Sectorial de Enseñanza que los recortes en profesorado serán superiores a los anunciados hace menos de un mes y ascenderán a 770 interinos que se quedarán sin plaza (hace unas semanas se dijo 500). Los sindicatos añaden a esta cifra 1.500 sustitutos que no serán llamados por los recortes.
Ahorrar para reinvertir
El cierre de dos centros de menores ¿puede tener efectos positivos para las políticas de prevención del delito? Eso cree la consejera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, que ayer justificó la clausura de los centros de Mollet del Vallès y Girona, con capacidad para 100 personas. La iniciativa permitirá ahorrar, dijo Bozal, 5,6 millones de euros que podrán destinarse a otros fines; por ejemplo, invertir más en políticas de prevención y reinserción de presos. “Es una oportunidad de mejorar”, zanjó la consejera, quien añadió que el número de menores condenados a medidas de internamiento ha caído en los últimos años.
En la Mesa Sectorial del 9 de mayo la Generalitat fijó una planificación que incluía que las escuelas de una línea o grupo deberán recortar medio profesor el próximo curso. En las de dos líneas se elimina un profesor y en las de tres, un profesor y medio. Enseñanza confirmó ayer que el recorte se aumentará en medio punto en los tres niveles de escuelas. Esto se traduce en que 770 interinos perderán su plaza, que pasarán a ser sustitutos. Estos docentes se cubrirán mediante el aumento de horas del resto de profesores y el incremento de las ratios en las aulas que permitirá cerrar grupos y que la Generalitat todavía no cifra.
A estas medidas se añade la que no se van a cubrir las bajas de profesores hasta pasados 10 días, cosa que reducirá la actividad de los sustitutos. Los sindicatos calculan que unos 1.500 docentes que hasta ahora realizaban sustituciones con asiduidad dejarán de ser llamados.
Los sindicatos rechazaron ayer frontalmente esta profundización del recorte en profesores que calificaron de “encarnizamiento” y consideran que es “insostenible” para los centros educativos. El sindicato USTEC fue más allá y pidió la dimisión de la consejera Rigau.
Por otra parte, la Generalitat contará el año que viene con una inyección de ingresos extra de 120 millones gracias al aumento de hasta el 66% de las tasas universitarias el próximo curso. El secretario de Universidades, Antoni Castellà, aseguró ayer que el 25% de estas ganancias adicionales, que cuantificó en 30 millones, se destinarán a becas. La cifra podría variar, ya que todavía no se han fijado los precios definitivos, que se podrían dar a conocer a mediados de junio. Con todo, la previsión de la Generalitat es aumentar el número de alumnos becados de los 25.000 actuales a los 37.500 para el próximo curso. Castellà también dejó la puerta abierta a aprovechar este fondo para crear una línea de becas salario.
Vuelta a la RMI original
El PSC presentará una proposición de ley para reformar la renta mínima de inserción (RMI) para recuperar los principios y las condiciones de acceso anteriores a la reforma emprendida por la Generalitat en agosto. El PSC apuesta por devolver “el carácter universal” a esta ayuda de 420 euros que perciben las personas que no cuentan con ningún ingreso. La diputada socialista Eva Granados cifró en 250 millones el coste de la reforma que propone su partido, pero asegura que “dejar en la estacada” a miles de personas tiene un “coste superior”.
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