El Supremo avala la gestión independiente de De la Oliva
El alto tribunal desestima los recursos contra la presidenta del Tribunal Superior de Justicia
El Tribunal Supremo avaló ayer el nombramiento de Pilar de la Oliva como presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). El alto tribunal pone así fin a un año y medio de interinidad producida por un recurso contra el proceso de selección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y da su respaldo al marcado carácter independiente que ha acompañado a su gestión.
De la Oliva fue designada en octubre de 2010 tras un costoso proceso de sustitución, con hasta tres rondas de selección, de Juan Luis de la Rúa, cuya intervención en la tramitación de la vertiente valenciana del caso Gürtel estuvo envuelta en la polémica. La decisión del CGPJ fue recurrida por el magistrado José de Madaria, de la Audiencia de Alicante, que también fue postulado para el puesto, y por el Foro Judicial Independiente. Argumentaban que De la Oliva no cumplía los requisitos para el cargo y se criticaba que nunca había formado parte de ningún órgano colegiado: pasó así de ser titular de un juzgado de Instrucción a presidir el TSJCV. Sin embargo, el Supremo ha estimado que sus méritos han quedado acreditados. Y aunque no se conoce el texto de la sentencia, se supone que ha entendido, tal y como explican los expertos, que esos requisitos evaluables no son imprescindibles y que finalmente lo que predomina es la entrevista personal. Una cita en la que convenció a sus examinadores (14 de 21 votos) con su crítica inflexible a las prácticas corruptas.
Tras conocer la noticia, De la Oliva se mostró “muy satisfecha”. Y lo explicó; “Supone que podré seguir realizando el trabajo como yo lo entiendo, representando a los jueces de la Comunidad Valenciana y desarrollando un trabajo como hacemos todos los días de servicio al ciudadano desde la estricta independencia”. Preguntada por si el aval del Supremo iba a cambiar su forma calmada de ejercer el cargo, respondió: “Los jueces somos discretos por naturaleza y a esta edad es difícil cambiar”.
Juez de consenso
Diversas fuentes de la justicia consultadas valoraron ayer la decisión del Supremo, que avala el trabajo de “una juez rabiosamente independiente y rabiosamente moderada”. Sin embargo, otras fuentes hablan de que precisamente esa independencia, su intransigencia con la corrupción y su inflexibilidad a la hora de no admitir ninguna injerencia en la tramitación del caso Gürtel, pisó algunos callos en la Administración del PP en la Generalitat.
Aunque el margen de trabajo es muy pequeño, la ratificación en el cargo supone un respiro para la magistrada ya que si bien, explica un juez, “no le va a dar un mayor margen de independencia, sí que va a tener más libertad ya que su trabajo no va a estar condicionado por una decisión de futuro”.
Otras fuentes explican que su elección fue fruto del consenso en el CGPJ en tiempos en los que los bloques conservador y progresista estaban mucho más marcados que ahora. Una vez que De la Rúa quedó marcado por el caso de Camps, el “sustituto natural” era Pedro Castellano, pero el sector progresista se opuso. Todos los pesos pesados fueron cayendo, de un lado y del otro. Y se buscó el perfil de un juez de prestigio, no quemado en candidaturas anteriores y con un perfil menos notorio. “Fue animada a presentarse por los dos sectores”, resume un conocedor del proceso.
Pese a que De la Oliva pertenece a la moderada Asociación Profesional de la Magistratura, fue otro miembro de la misma, Madaria, el que se opuso a su nombramiento.
Por otra parte, EU anunció ayer que pedirá al ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, explicaciones por la destitución fulminante del secretario de Gobierno del TSJCV, Jesús Olarte.
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