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La rectora de Girona pide a los Mossos d'Esquadra que desalojen el rectorado

Dos mossos intentan persuadir a los estudiantes para que dejen el encierro

La rectora de la Universidad de Girona, Anna Maria Geli, requirió ayer a los Mossos d’Esquadra que desalojen el rectorado, ocupado desde el martes por varias decenas de estudiantes que protestan contra los recortes y que desde el miércoles impiden la entrada de los trabajadores en el edificio de Les Àligues. El diálogo entre ambas partes fracasó y al final Geli requirió la actuación de los Mossos, que al cierre de esta edición no se había producido. Los estudiantes acusan a Geli de no querer negociar y esta mantiene que la ocupación es “ilegal”.

Los estudiantes piden a la dirección que se declare “insumisa” ante los recortes del Ministerio de Educación y no aplique la subida de tasas prevista. También exigen que la rectora no declare en contra de los ocho estudiantes imputados por haber intentado interrumpir en diciembre un acto en que participaba el presidente de la Generalitat, Artur Mas. El encierro en el rectorado, efectuado por un grupo pequeño de estudiantes, frente a los 14.500 universitarios de la UdG, ha aumentado la tensión de los últimos meses.

"No cederemos al chantaje", avisó uno de los encerrados

“No han querido dialogar hasta que nos hemos encerrado aquí. Nosotros no sufrimos ningún desgaste, son ellos los que lo sufren”, declaró ayer Jordi Alemany, uno de los portavoces. La rectora optó en un principio por una postura pragmática: recolocar a los empleados en otros edificios e iniciar el diálogo. Tras el fracaso de la medida, la dirección envió al Síndic a negociar con los estudiantes, que se han visto fortalecidos por el apoyo de trabajadores y personal docente investigador. Las puertas del rectorado, bloqueadas con contenedores, se han mantenido entreabiertas: los estudiantes han entrado y salido para acudir a clase y a ducharse a casa, y los profesores han trasladado el aula a la calle en solidaridad con los encerrados.

Pero las posturas están enrocadas. La dirección pretendía evitar el uso de la fuerza tras las críticas recibidas por autorizar la entrada de los Mossos en diciembre (acabó en carga y con dos agentes imputados). Pero, tras fracasar el diálogo, los órganos de gobierno apoyaron el jueves las medidas “para recuperar la normalidad”, incluida la de enviar a la policía. Dos mossos intentaron ayer convencer a los estudiantes para que abandonaran el encierro. “No cederemos al chantaje de la rectora”, declaró luego un portavoz estudiantil.

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