El fiscal pide 20 años y medio de cárcel al padre Manolo por abusos y malos tratos

Dos años después de que estallase el caso de abusos sexuales y malos tratos en la residencia que la Congregación de los Hermanos de la Cruz Blanca tiene en Córdoba, el fiscal ha presentado su escrito de calificación. Fuentes cercanas al caso confirman que el Ministerio pide 20 años y medio de cárcel al exdirector de la Casa San Francisco de Asís, el fraile Manuel Ortiz - popularmente conocido en la ciudad como el hermano Manolo-. A otro religioso y un tercer acusado, trabajador seglar, solicita penas que suman 9 años.

El caso de la Cruz Blanca estalló tras conocerse el envío de una serie de anónimos alertando de posibles abusos a los usuarios de las instalaciones de la congregación. Se trata de un centro en el que se atiende a personas con minusvalías psíquicas y físicas. En 2009 saltó un primer caso de abusos a un joven usuario del servicio por parte de un aspirante a fraile. Aquello se resolvió menos de un año después, tras alcanzar un acuerdo en los tribunales, por el que el acusado reconocía su culpabilidad y aceptaba cinco años de cárcel. Para entonces, la policía ya tenía abierta una investigación más amplia que apuntaba directamente al responsable del centro: el hermano Manolo.

Dos años de instrucción después, el fiscal afirma tener datos suficientes para acusar al religioso de un delito de maltrato habitual (3 años); nueve delitos de maltratos ocasionales (para los que solicita un años de cárcel por cada uno) y dos delitos continuados de abusos sexuales (tres años por cada uno). Además, el fiscal pide dos años y medio más por un delito de abusos no continuado. En total, 20 años y medio. A todo ello se añaden peticiones adicionales como la responsabilidad civil subsidiaria y diversas órdenes de alejamiento.

A los otros dos acusados, un religioso y un trabajador seglar, el fiscal solicita penas que suman nueve años por tres delitos continuados de abusos (tres años por cada uno).

El caso de la Cruz Blanca ha vivido una compleja instrucción. A la difícil toma de declaración de las presuntas víctimas (casi todas ellas con importantes minusvalías psíquicas y cognitivas) y la petición de múltiples peritaciones, se ha sumado la férrea defensa de los acusados, que empantanó la evolución al presentar varios recursos que llegaron a la Audiencia. Ahora es el turno de que las defensas de los acusados y las distintas acusaciones particulares personadas presenten sus respectivos escritos de calificación. Se espera que antes del verano haya concluido este proceso.