Sin respuesta para los niños de San Ildefonso

El Ayuntamiento de Madrid ha descargado esta mañana en la Comunidad de Madrid la responsabilidad sobre el destino educativo de los 250 niños que estudian en el colegio de San Ildefonso durante las obras “de enjundia” que afectarán al edificio por 14 o 15 meses. El edificio, ubicado en la calle Alfonso VI, no pasó la inspección municipal el pasado mes de enero, lo que obliga a su rehabilitación. Allí se alojan también 58 menores, en régimen de internado de lunes a viernes, que sí dependen directamente del Ayuntamiento. El director general de Educación y Juventud del Gobierno local (PP), Carlos Blanco, ha compartido esta mañana su “inquietud” por el alojamiento de los menores durante las obras, pero no ha desvelado qué alternativas maneja para solucionar el problema. Medio centenar de adultos, acompañados por niños con silbatos y trompetas, han protestado esta mañana por la indefinición de ambas Administraciones a la puerta de la sede en la plaza de la Villa donde se celebraba la comisión municipal sobre Asuntos Sociales.

“Nuestro futuro no es una lotería”, rezaba una pancarta de los manifestantes, en referencia a la participación de los niños del internado en el sorteo de Navidad. El edificio en el que se encuentran el colegio (responsabilidad de la Comunidad) y el internado (municipal) data de finales del siglo XIX, pero fue rehabilitado en 1988. La concejal de Izquierda Unida (IU) María del Prado de la Mata Riesco, que ha llevado el asunto a la comisión municipal, se ha preguntado precisamente cómo es posible que después de aquella inversión, de dos millones de euros, el edificio se vea abocado a un proceso de rehabilitación integral.

De la Mata ha recogido la preocupación de los padres de alumnos, que denuncian no saber aún dónde estudiarán sus hijos y si la elección del centro se realizará atendiendo a criterios de cercanía. “¿Hay algún colegio que pueda absorber a 250 niños el próximo curso?”, ha inquirido la concejal de IU. Además, ha exigido a las autoridades municipales que garanticen que, “una vez acaben las obras, los niños volverán al centro”, en consonancia con el miedo de los padres a que el edificio pueda ser dedicado a otras funciones.

“El colegio es el colegio, el internado el internado; están unidos en el mismo edificio, pero un tema es la escolarización, de la que se va a ocupar la Comunidad, [y otro el internado]”, ha respondido Blanco. El responsable municipal ha añadido: “Sería la primera vez que hacer obras para reparar un colegio generara criticas. Se ha detectado el problema a tiempo, ¿qué vamos a hacer, mantener a los niños en el colegio cuando hay riesgo? ¿Para qué vamos a empezar el curso si puede que haya que interrumpirlo en cualquier momento?”.

La concejal socialista Ana de Sande aseguró hace días que los menores del internado serán trasladados a una finca forestal de propiedad municipal en Tres Cantos, lo que a su juicio supondrá un “desarraigo” para los escolares. Blanco ha dicho esta mañana que sólo seis de los niños del internado estudian en el colegio del mismo edificio, pero no ha desvelado adónde se trasladará a los chavales.