Imputado el dueño de la empresa que hizo donaciones a Convergència

El titular del juzgado de instrucción número 30 de Barcelona, Josep Maria Pijuan, ha citado a declarar como imputado, la próxima semana, al administrador de una empresa matriz que hizo donaciones a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Juan Antonio M., administrador de la sociedad Mail Rent, deberá explicar ante el juez por qué destinó parte de los ingresos de las dos sociedades filiales -New Letter y Letter Graphic- a entregar 775.000 euros a la formación nacionalista en concepto de donación.

Los responsables de New Letter y Letter Graphic ya declararon en su día como imputados ante el juez. Los investigadores sospechan que esas dos sociedades fueron utilizadas como instrumento para hacer llegar los pagos de Ferrovial a CDC a cambio de la adjudicación de obra pública. Esas dos empresas, dedicadas al buzoneo y el alquiler de maquinaria, facturaron al Palau de la Música por trabajos que jamás se realizaron, según acredita la investigación.

New Letter y Letter Graphic se declararon hace unos meses en concurso de acreedores. Un administrador concursal se hizo cargo de ellas y descubrió, en su contabilidad, numerosas irregularidades que ahondan en la tesis de la presunta financiación irregular de Convergència. El administrador descubrió que la empresa matriz de ambas era Mail Rent, de la que no se había oído hablar hasta la fecha.

Según el informe que el administrador concursal entregó al juzgado, y que avanzó este diario, Mail Rent fue constituida en 1998 con un capital de 3.006 euros. El informe destaca que New Letter y Letter Graphic facturaron grandes sumas de dinero (hasta 1,3 millones) a CiU y organismos afines. Parte de ese dinero iba a parar, el mismo día en que se hacía el ingreso, a las cuentas de Mail Rent, que a su vez lo entregaba como donación a Convergència.

El beneficio por los trabajos "genéricos" que prestaron al partido generó grandes beneficios para las empresas. Para pagar menos impuestos, añade el informe del administrador, las tres empresas urdieron una "operativa" de forma que Mail Rent facturó a sus filiales 1,8 millones por "alquileres de maquinaria" que jamás se materializaron.