IU revisará los trámites de dos campos de golf que aparcó el anterior Gobierno

El anterior equipo de la Consejería de Turismo, dirigido por Luciano Alonso, actualmente consejero de Cultura y Deportes, intentó apurar los trámites antes del relevo en la Junta para autorizar la construcción de dos nuevos campos de golf con promoción residencial en Castellar y Jimena de la Frontera (Cádiz), que finalmente no tuvieron tiempo de obtener la aprobación definitiva porque el Gobierno ya estaba en funciones. La declaración de interés turístico de ambas promociones llegó a superar el trámite del consejillo, reunión de viceconsejeros que prepara los asuntos a tratar en el Consejo de Gobierno. Sin embargo, finalmente se cayeron del orden del día de la sesión del 27 de marzo, dos días después de las elecciones autonómicas, porque el Ejecutivo de Griñán ya estaba en funciones.

Aunque ha superado todos los trámites previos, el asunto no irá sin más a un nuevo Consejo de Gobierno. El nuevo equipo de la consejería de Turismo y Comercio que dirige ahora Rafael Rodríguez, de IU, quiere revisar antes el procedimiento seguido en la tramitación del proyecto. IU siempre ha mantenido una postura más restrictiva respecto a las promociones urbanísticas vinculadas a campos de golf, y de hecho se opuso hace dos años a la modificación del decreto que regula la implantación de estas instalaciones y que supuso una reducción de las trabas a los campos de interés turístico, aquellos que pueden tener promociones residenciales. Fuentes de la consejería han reconocido que, si en este caso los dos campos ya superaron los trámites y llegaron a tener el visto bueno de la comisión de viceconsejeros, lo normal es que se aprueben. Otra cosa es lo que pueda ocurrir con los otros 17 proyectos que tramitan la declaración de interés turístico.

Hasta ahora solo se ha autorizado un campo de golf de interés turístico

Desde que en febrero de 2008 se aprobó el decreto regulador de campos de golf, también en plena campaña de elecciones autonómicas, tan solo un proyecto ha conseguido superar los trámites para la declaración de interés turístico, y no fue hasta tres años después, en julio de 2011. Para ello hizo falta que en junio de 2010 se aprobara una modificación que aliviaba ciertos requisitos del decreto, como por ejemplo que las promociones de golf no computen en la contabilización del 30% de incremento residencial o 40% de desarrollo de suelos urbanos que el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) impone a los planeamientos municipales. El único campo autorizado hasta el momento el El Següesal Golf Resort, en Barbate, que ocupará un espacio mínimo de 312 hectáreas y contempla la construcción de 450 viviendas y 956 apartamentos turísticos.

La misma promotora del único campo de interés turístico, Bogaris Residential, promueve también uno de los dos campos que han superado los trámites previos, el de Jimena de la Frontera, que afecta a un espacio de más de 360 hectáreas de las fincas El Marqués y La Cascajera. El proyecto contempla un complejo residencial con 589 viviendas, 966 apartamentos y un hotel de cuatro estrellas con 280 habitaciones. Está previsto que el complejo dé empleo a 422 personas.

El otro campo pendiente del visto bueno último ocupa algo más de 220 hectáreas en el término municipal de Castellar de la Frontera. Promovido por Valderrama 0,7, contempla la construcción de 300 viviendas, 100 apartamentos y un hotel con 150 habitaciones.

La Consejería cree que lo normal es que estos dos complejos se aprueben

Para ser declarados de interés turístico y poder, por tanto, tener desarrollo inmobiliario complementario, los campos de golf deben cumplir una serie de requisitos de superficie mínima (70 hectáreas y un recorrido de 18 hoyos no inferior a 6.000 metros) y distancia a la edificación más próxima (90 metros desde el eje de cada calle). Además, deben elaborar un plan ambiental, contar con certificación de calidad ISO, plantar un cupo de especies autóctonas y no usar para el riego agua de la red de abastecimiento para consumo humano, entre otros.

Ante las protestas de los promotores, que veían imposible de cumplir ciertos requisitos, en junio de 2010 se modificó el decreto para que las urbanizaciones de golf no computen en los límites de población y suelo urbanizado que el Plan de Ordenación del Territorio (POTA) impone a los municipios, y que no sea preciso que estén recogidos en un plan subregional de ordenación.