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Los Gobiernos central y vasco niegan el “diálogo directo” pedido por la banda

La izquierda ‘abertzale’ se queda sola apreciando el último comunicado

Fernández Díaz, a la izquierda, conversa con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, en el Congreso.
Fernández Díaz, a la izquierda, conversa con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, en el Congreso.CLAUDIO ÁLVAREZ

La última petición de un “diálogo directo” con España y Francia por parte de ETA vio reducido ayer su impacto a la mínima expresión. Los Gobiernos central y vasco coincidieron al negar a la banda cualquier capacidad de marcar el curso de los acontecimientos políticos y al exigir su disolución. “Este Ejecutivo ni negocia ni jamás va a negociar con una organización terrorista”, aseguró, durante su comparecencia en el Congreso, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

La banda dio a conocer ayer un comunicado, dirigido a la Unión Europea, en el que reclama la mediación de las instituciones comunitarias, por primera vez, para impulsar el proceso de paz en Euskadi a través del diálogo con los Gobiernos de España y Francia. Remitido a la agencia France Press, el escrito anuncia la conformación de una delegación etarra para iniciar las conversaciones y señala que, tras el cese de la actividad armada decretado en octubre, “también los agentes sociales y políticos vascos” deberían abordar el debate para, “entre todos, acabar con décadas de sufrimiento”.

ETA recalca en su manifiesto que las instituciones comunitarias tienen ante sí el reto de impulsar el proceso abierto para dar solución definitiva a “un conflicto que perdura en el corazón de Europa”. Por eso, insta a promover el diálogo a tres bandas “sin más demora”, ya que “prolongar el sufrimiento” podría desembocar en “situaciones de bloqueo perjudiciales”.

La banda designa

En línea con el Ejecutivo central, el lehendakari, Patxi López, recalcó que “de ninguna manera” se negociará con la organización criminal, a la que instó a “cejar en su control sobre los presos” para facilitar la reinserción. El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, añadió que el comunicado no es más que “propaganda”. Por su parte, el Gobierno francés, comandado ahora por el socialista François Hollande, ratificó su “solidaridad con España en los esfuerzos para garantizar el fin de la violencia en el País Vasco”. La Unión Europea, en cambio, rechazó pronunciarse sobre el manifiesto, al considerar que compete “a las autoridades españolas”.

También el PNV negó cualquier papel político a la banda terrorista, que “no es quién para sugerir nada a las fuerzas políticas vascas”. Solo la izquierda abertzale valoró el anuncio de ETA como un “nuevo paso que ahonda”, a juicio de la portavoz Maribi Ugarteburu, en la “vocación de una resolución dialogada al conflicto” político vasco. Por eso, la dirigente soberanista cedió la responsabilidad a los Gobiernos de España y Francia, a los que exigió que “empiecen de una vez a hacer política”.

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