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ópera

‘Nabucco’ cierra la temporada

La ABAO encomienda el difícil personaje de Abigaille a María Guleghina El Teatro de Parma ha montado la obra

El tenor Alejandro Roy (segundo por la izquierda), la 'mezzosoprano' Rossana Rinaldi, y el director de la reposición de Nabucco, Boris Stetka, ayer, junto a otros participantes en el montaje.
El tenor Alejandro Roy (segundo por la izquierda), la 'mezzosoprano' Rossana Rinaldi, y el director de la reposición de Nabucco, Boris Stetka, ayer, junto a otros participantes en el montaje.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Nabucco, el primer gran éxito del joven Giuseppe Verdi, cierra la temporada de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO) con un montaje producido por el Teatro Regio de Parma, que contará con la soprano Maria Guleghina para el papel de Abigaille, un rol de gran dificultad interpretativa al que se considera causante del fin de las carreras de muchas cantantes que lo interpretaron (Palacio Euskalduna, 19, 22, 25 y 28 de mayo. 20.00).

Junto a Guleghina interpretarán los papeles protagonistas el barítono Roberto Frontali, el bajo Carlo Colombara, el tenor Alejandro Roy y la mezzosoprano Rossana Rinaldi. El 26 de mayo, Nabucco se representará con otro elenco de cantantes, dentro del programa Opera Berri, que tiene las entradas a precios reducidos.

El montaje convierte al coro en el narrador

La producción del Teatro Regio de Parma, estrenada hace 17 años por el director de escena Daniele Abbado, afronta el drama de Verdi “sin experimentos”, explicó ayer el director artístico de la ABAO Jon Paul Laka, y al servicio de “la potencia de la música”. El coro, concebido como un personaje más del drama y desposeído del vestuario histórico, se transforma en una suerte de narrador de la esclavitud de los hebreos en Babilonia y su posterior liberación. “El coro es el pueblo judío que cuenta la historia, teatro dentro del teatro que permite vivir los hechos de la Antigüedad desde el presente”, añadió Laka.

El Va pensiero de Nabucco que interpretará el Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin, es uno de los himnos corales más conocido de la historia de la música y la melodía más popular de las óperas de Verdi.

Es también una partitura cargada de valor simbólico, que en el momento de su estreno en 1842 prendió en el espíritu nacionalista italiano y se convirtió en su himno oficioso. El director de la reposición, Boris Stetka, recordó que en el primer aniversario del terremoto de Fukushima, repitieron el Va pensiero en la función que ofrecían en Tokio en memoria de las víctimas.

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