Industria promueve 16 aerogeneradores en un área que iba a ser protegida

La Consellería de Economía está tramitando un parque eólico proyectado a escasos kilómetros del futuro Lugar de Interés Comunitario (LIC) Serra do Suído, y que según alertan grupos ecologistas, afectará a turberas —hábitat declarado prioritario y con peligro de desaparición por la Unión Europea—, a una de las “mejores” poblaciones de lobo ibérico de Galicia y a “destacados” elementos patrimoniales. Los 16 molinos, de 150 metros de altura y de tres megavatios de potencia cada uno, se situarán en terreno que la propuesta de ampliación de la Red Natura del bipartito sí incluía.

“Sorprendentemente”, a juicio de Asamblea do Suído y de la Asociación en Defensa da Natureza do Condado (Adenco), el Coto da Eira, entre los municipios de Fornelos do Monte y Mondariz (Pontevedra), fue eliminado del diseño de Red Natura implementado por la actual Xunta. Si hubiese sido declarado LIC estaría automáticamente vetada su construcción en la zona. El proyecto, que forma parte del reparto eólico del Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo, está en fase de alegaciones, y ambos colectivos ecologistas ya han presentado las suyas para intentar paralizarlo, puesto que lo consideran una “nueva agresión medioambiental” a la sierra, en la que ya se han instalado parques eólicos y canteras a cielo abierto.

Además del impacto visual “a docenas de kilómetros” de los molinos, los ecologistas alertan del daño que causarán a flora y fauna “de gran interés” las obras de construcción y las pistas que se abrirán. Estos caminos, de hasta cinco metros de ancho, llegan hasta la cumbre del Coto da Eira. También se vería afectado el foso doble de Chan da Anduriña, del que se tiene constancia desde mediados del siglo XVII y que servía para la caza tradicional del lobo. Se trata de un conjunto etnográfico típico de O Suído, y es uno de los ejemplos mejor conservados.

La consellería, a través de una resolución del pasado 6 de marzo, somete a información pública el estudio ambiental, la aprobación del proyecto de ejecución, la autorización administrativa y la declaración de utilidad pública. Esta última permite la expropiación forzosa de los terrenos afectados, en caso de que los propietarios no lleguen a un acuerdo con la promotora, Puentelgasa Coto da Eira, SL. Varias empresas y vecinos de la zona se encuentran en esa tesitura. La superficie total de la instalación alcanza las 470 hectáreas.