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Jueces y fiscales apoyan a Emilio Llera sobre la Ciudad de la Justicia en Sevilla

El consejero de Justicia tildó de “ciencia ficción” el proyecto ante los recortes por la crisis

Javier Martín-Arroyo
El consejero de Justicia, Emilio Llera, durante su toma de posesión del cargo.
El consejero de Justicia, Emilio Llera, durante su toma de posesión del cargo. GARCÍA CORDERO

La política está infestada de circunloquios y buenas palabras vacías. El pasado lunes el nuevo consejero de Justicia, Emilio Llera, fue la excepción al hablar con claridad sobre el proyecto de Ciudad de la Justicia en Sevilla. Lo tildó de “ciencia ficción” ante la ola de recortes y se generó una pequeña tormenta al ser un proyecto estrella anunciado y reformulado hasta la saciedad durante años por cinco consejeros. Sin embargo, ayer los portavoces judiciales agradecieron la sinceridad de Llera después de tantas promesas vacías desde que en 2001 naciera la idea, ahora enterrada por la crisis.

“Se ha limitado a decir lo que todos estábamos pensando. Se agradece el realismo. En tiempos de crisis es normal un anuncio de estas características”, aclaró la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra. Las palabras de Llera, que avisó de que la sinceridad marcará su gestión, contrariaron al Ayuntamiento, gobernado por el PP, que defiende la definición del proyecto y el comienzo de las obras. El consejero dejó claro que las vacas flacas no incluyen los nuevos edificios: “Acometer una obra de esa envergadura parece razonablemente impensable (...) Hoy por hoy, va a ser muy difícil”.

El juez decano sevillano, Federico Jiménez, apoyó la transparencia de Llera, que matizó que solo dará prioridad a las obras que sean más útiles. “Era el proyecto de mayor magnitud desde la Expo 92. Y si no se hizo en la época de las grandes inversiones públicas, menos se va a hacer en tiempos de ajuste presupuestario”, manifestó Jiménez. Mientras, el decano del Colegio de Abogados de la capital andaluza, José Joaquín Gallardo, censuró con crudeza los anuncios de los últimos consejeros: “El proyecto nunca pasó de ser una proclama demagógica y totalmente vacía de contenido, que han repetido los sucesivos titulares de la consejería sin el menor rubor ni respeto a los sevillanos (...) Un proyecto fantasma, una cortina de humo”.

Gallardo agradeció a Llera por haber traducido la verdad al “lenguaje vulgar” y hablar como un jurista y no como un político sobre el proyecto. “No resultaba creíble para nadie”, resumió. Gallardo abogó por renovar las sedes judiciales en el Prado de San Sebastián de la ciudad para lograr con “pequeñas reformas unas instalaciones decentes”.

Por el contrario, las palabras de Llera sentaron como un jarro de agua fría en el Ayuntamiento sevillano. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, opinó que la nueva Ciudad de la Justicia no conlleva una inversión excesiva. “No hace falta tanto dinero, sino solo voluntad política para dignificar las infraestructuras de la justicia en Sevilla, capital de Andalucía”, subrayó.

Zoido tendió la mano al consejero y dijo que no quería “confrontar” sobre el proyecto. Y se mostró muy optimista sobre su mano izquierda para convencer al consejero de que cambie de idea. “No vamos a someternos a ningún poder”, aseguró. “Llevo mucho tiempo trabajando en el proyecto y el Ayuntamiento está incluso dispuesto a poner el suelo (...) Hay que ser capaz de convencer a los intervinientes, incluso a la iniciativa privada”, dijo.

Mientras, el portavoz del PSOE municipal, Juan Espadas, incidió en la importancia del proyecto para Sevilla. Espadas quiso quitar hierro a la sinceridad de Llera e incluso insinuó que con el tiempo cambiará tras su etapa como veterano fiscal, y achacó sus frases a que “acaba de llegar”. El portavoz socialista tildó la intervención de Llera como un “golpe de sinceridad que se produjo con toda naturalidad”. “Era la primera vez que se veía ante los micrófonos y hubiese querido no trasladar una impresión tan contundente”, dijo en su nombre. Espadas incluso añadió que Llera matizará sus palabras en los próximos días.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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