“Los recortes en capital humano en investigación son un error”

Los propios compañeros de Adolfo López de Munain le han concedido el Premio SEN Enfermedades Neuromusculares en su décima edición por su amplia labor científica, un acicate, asegura, para seguir adelante.

Pregunta. ¿Qué líneas de investigación clínica se están desarrollando en enfermedades neuromusculares?

Respuesta. En el Instituto Biodonostia tenemos abiertas cuatro líneas principales: enfermedades neurodegenerativas, Parkison y alzhéimer, entre otras; esclerosis múltiple, enfermedades neurovasculares y otra línea en enfermedades neuromusculares. Una línea de tumores cerebrales ha pasado a oncología.

P. ¿Qué avances se están dando en el diagnóstico genético?

R. En los últimos años se ha dado una reevaluación del papel de lo genético en estas enfermedades. Se ha puesto sobre la mesa el que muchas de esas enfermedades que aparentemente se debían al azar se deben a causas genéticas, en algunos casos porque eran hereditarias. En estos momentos se intenta ver cuál es el peso de lo no genético, qué parte de la enfermedad se debe a factores ambientales. Los hábitos alimenticios y de ejercicio están relacionados no solo con la mayor o menor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, sino con las neurodegenerativas. Los neurólogos decimos que lo que es malo para el corazón es malo para el cerebro y viceversa.

P. ¿Los recortes en investigación supondrán un paso atrás en las líneas puestas en marcha?

R. Los recortes tienen un impacto diferente. N o es lo mismo recortar en infraestructura, que supone la no inversión en equipamientos, muchas veces necesarios para ser competitivos internacionalmente, que recortes humanos. Me preocupan, sobre todo, estos últimos porque significa abocar a una generación que ha demostrado capacidad a abandonar esa actividad o bien a la emigración. Es bueno que salgan a otros centros para formarse, pero debemos crear las condiciones para que estas personas, en un momento de máxima productividad entre los 37 y 40 años vuelvan a desarrollar lo más fecundo de su carrera aquí. Se había conseguido con la aparición de centros tecnológicos, pero si los recortes afectan a la dotación personal y puede sufrir un viraje lo que se había conseguido haciendo atractivo venir a España o a Euskadi a hacer ciencia, es un error.

P. ¿Qué recomienda para adaptarse a la recesión?

R. En tiempos de crisis tenemos que mejorar. Para construir una economía basada en el conocimiento, la ciencia debe ser capaz de adaptar sus contenidos y sus objetivos a actividades que puedan permitir desarrollos económicos posteriores y que sirvan a la sociedad creando riqueza. Hay ajustes que hacer por el propio sistema de innovación para ser más eficaces, no sólo en la creación de ciencia, sino en la traslación de esos conocimientos científicos a la propia sociedad en forma de desarrollo que pueda tener un retorno económico.

La ciencia debe buscar actividades que permitan un retorno económico”

P. ¿Cómo se compagina la medicina asistencial con la investigación?

R. Tengo una actividad clínica dos días a la semana y el resto estoy en Biodonostia o llevando aspectos de gestión del servicio de neurología. El 50% lo dedico a la asistencia y gestión y el otro 50% a la investigación. No siempre es fácil. Tengo un equipo estupendo en el laboratorio que me ayuda a compaginar las cosas. Por otro lado, es esencial compaginar las dos partes. Te sirve para detectar cuáles con los problemas realmente importantes, las preguntas, y para determinar las respuestas.

P. ¿Qué le ha supuesto el premio a su trayectoria?

R. No soy muy de premios, porque creo no existen en el mundo de la ciencia las carreras individuales. Puede existir el impulso individual, pero hay un trabajo de equipo. Los premios hacen ilusión, son un estímulo, pero siempre tengo la sensación de que cuando a uno le dan un premio se han olvidado de premiar a otra mucha gente.