Conservas Guau se desintegra en los juzgados
Los accionistas culpan a los administradores de haber estafado cinco millones de euros
Mientras los 60 trabajadores despedidos tras el cierre de Conservas y Elaborados Guau reclaman en el juzgado sus derechos a desempleo e indemnizaciones por parte de la empresa, accionistas de la conservera culpan de la quiebra financiera a dos administradores a los que han demandado por estafa de cinco millones de euros.
El juzgado número 2 de Cambados tramita la querella de las compañías Crista da onda, representada por Félix Puime Guillén, e Infavisa Salnés, por Manuel Sineiro Galiñanes. Ambas sociedades tienen el 34,3% y el 14,7% respectivamente de Conservas y Elaborados Guau, Alimentos La Formidable y Alimentos Arosa, todas ellas domiciliadas en Cambados.
Según la demanda, los empresarios vascos Álvaro Olaostua Setién y Alfonso Bietia Urizar se sirvieron de Guau para cometer un supuesto delito de estafa y otro societario, así como la descapitalización de la conservera. Además, y dado el entramado de empresas urdido por los querellados, piden que se investigue un posible delito fiscal en la gestión de la empresa hasta su quiebra en octubre del pasado año si el juez acuerda admitirla a trámite.
Dos empresarios vascos se sirvieron de Guau para cometer un supuesto delito de estafa y otro societario, según la querella
Cuando Guau atravesaba por un crítico momento financiero, sus accionistas firmaron en noviembre de 2010, con la compañía Delmark Creek la venta del 51% de las acciones de la conservera por 300.000 euros. La conservera había hecho, tres años antes, una ampliación de capital de 1,8 millones a través de préstamos bancarios y subvenciones del Igape pero no fueron suficientes. Fue entonces cuando Álvaro Olaortua y su socio Alfonso Beitia se hicieron con la mayoría en su consejo de administración.
Olaortúa Setién es el administrador de la entidad Apikale, sociedad que pasó a ser el único cliente del grupo Guau. Por su parte, y además de ser apoderado de Apikale, Alfonso Beitia entró en Delmark a través de Elai Alai, y era también gerente y responsable máximo en España de la multinacional Tri Marine Internacional Spain. (la cual vendía pescado a Alimentos La Formidable y a Alimentos Arousa) hasta que fue demandado por la compañía en un juzgado de Bilbao “por realizar operaciones comerciales en beneficio propio y en claro detrimento de la compañía a la que representaba”.
“Los querellados se han servido de este entramado empresarial para su enriquecimiento personal y han utilizado a la conservera para aumentar la capacidad de generar recursos de la sociedad Apikale, mientras Alimentos La Formidable y Alimentos Arosa se han convertido en empresas pantalla de sus operaciones comerciales con Tri Marine”, denuncian los accionistas minoritarios de Guau. Añaden que en este entramado la empresa Isable y Alimentos Arosa fueron, por su parte, las empresas pantalla entre Tri Marine y Apikale.
Como consecuencia de esta gestión empresarial, los querellantes afirman que “la empresa insignia del grupo, Guau, se encuentra descapitalizada, en quiebra, sin actividad y con un expediente de regulación de empleo de la totalidad de la plantilla, cerrada y en situación concursal de facto”.
El enriquecimiento de los querellados se realizó utilizando a Guau como suministradora de pescado limpio a Apikale y no de conservas. Lo hacían por debajo del coste de producción, por lo que Apikale se beneficiaba generando una capacidad de crecimiento exponencial, en detrimento de Guau que perdía dinero en cada transacción comercial.
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