El jefe de la Policía de Alcorcón, suspendido de empleo 21 meses

Las amenazas que supuestamente recibió el jefe de la Policía Municipal de Alcorcón, el subinspector Sergio Ruiz Platero, de que, si no se marchaba del puesto, le iban a hacer la vida imposible parecen cada vez más veraces. El equipo de Gobierno municipal, del PP, ha suspendido de empleo y sueldo a este mando, al que considera responsable de una falta muy grave y de otras dos graves, lo que le supondrá estar retirado del servicio al menos 21 meses. Ruiz Platero ha recurrido la decisión municipal en los tribunales, además de mantener abierta la vía penal contra dos ediles por acoso en el ámbito laboral y coacciones.

La instructora de los expedientes, una técnica municipal sin conocimientos de policía, considera a Ruiz Platero autor de una falta muy grave, al invadir supuestamente las competencias del Cuerpo Nacional de Policía en la investigación de determinados delitos. Eso, pese a que los jueces han refrendado en los últimos dos años la actuación del mando alcorconero en los casos que se disputaba con la Policía Nacional. Esta falta muy grave lleva aparejada una retirada del servicio de un año.

En una de las faltas graves la instructora aprecia que el subinspector utilizó un arma sin causa justificada durante unos disturbios en las fiestas patronales del pasado septiembre. Este arma estaba dada de alta en el inventario del Ayuntamiento. Durante los altercados se produjeron numerosos destrozos en el municipio y algunos agentes resultaron lesionados.

Facturas ilegales

La segunda falta grave resulta aún más complicada de justificar, ya que acusan al mando policial de tramitar fuera del cauce legal algunas facturas. Fuentes próximas al mando policial niegan este extremo y recuerdan que todas han sido presentadas en tiempo y forma y han recibido el visto bueno de sus superiores o de la Concejalía de Hacienda. Ambas faltas graves suman nueve meses de suspensión de empleo y sueldo.

Sergio Ruiz fue destituido de manera fulminante días después de mantener una conversación con el entonces primer teniente de alcalde, Óscar Romera, y el concejal de Seguridad, Antonio Sayago, el pasado septiembre. Ambos le invitaron, según denunció el subinspector, a que se marchara del puesto porque no le querían ahí. Es más, se ofrecieron a buscarle una salida decorosa. El mando les recordó que es funcionario de carrera y que ganó su puesto por oposición. Nada más concluir la conversación, acudió a los tribunales y denunció el presunto acoso.