Feijóo anuncia un acuerdo “histórico” con Pemex para salvar el naval

Faltaban pocas horas para el regreso de Alberto Núñez Feijóo de su viaje a México cuando lanzó el titular: la Xunta acababa de alcanzar un “principio de acuerdo”, con la petrolera mexicana Pemex que, en palabras del propio presidente, es “una oportunidad histórica de enorme trascendencia económica”. La multinacional está entre las 15 con mayores reservas de crudo del mundo.

El mensaje, trasladado ayer por la mañana a los medios de comunicación presentes en aquél país, sugería el fin de la crisis en los astilleros gallegos de la mano de la cuarta petrolera del planeta. Por la tarde, el conselleiro de Industria, Javier Guerra, intervino en la presentación de la feria Navalia e insistió en que el viaje institucional ha servido para ayudar a que se cierren “cinco operaciones”, que se vincularían con la flota de transporte y apoyo a plataformas de la petrolera. “Estamos apoyando a varios astilleros desde el punto de vista institucional para conseguir contratos y desde el punto de vista financiero. Hay un compromiso concreto que va a generar una importante carga de trabajo y de empleo”, dijo. El problema es que la industria no sabe, o si lo sabe no dice, cuál es ese compromiso.

Los representantes de los principales constructores consultados por este periódico ignoraban ayer el alcance de las gestiones de Feijóo, aunque las valoraban muy positivamente. “Hay negociaciones desde hace varios meses, pero nadie las va a admitir hasta que no se concreten”, comentaba un importante empresario. “Pemex es un cliente potencial enorme para Galicia, y que las relaciones las inicien el presidente del Gobierno y el presidente de la Xunta es el mejor de los caminos”, elogiaba el director de Vulcano, José Domínguez. Su astillero ha visto la luz al final del túnel del concurso de acreedores, que superó en marzo, y él se muestra plenamente convencido de que la contratación volverá tarde o temprano a la ría de Vigo.

El conselleiro de Industria Javier Guerra avanza que pueden cerrarse "cinco operaciones"

José García Costas, vicepresidente de Barreras, también aplaudió la actitud del Gobierno gallego. Pero detalles, pocos más allá de que la petrolera está interesada en incrementar “su flota menor”, con remolcadores y barcos suplies (de apoyo a plataformas). Las empresas auxiliares tendrían posibilidad de participar “para proveer directamente” a esta compañía. Desde la patronal Asime, su secretario Enrique Mallón apuntó otro nicho de negocio: el de la “construcción y reparación”, de plataformas petrolíferas. “Las empresas de la ría están preparadas para eso”, añadió antes de señalar que no tiene información concreta de las negociaciones de Feijóo.

La calificada como “excelente noticia” por el presidente de la Xunta se quedó en eso, en un anuncio impreciso que podría terminar siendo “una gran operación comercial”, como dijo el conselleiro Guerra, o nada. “La peor negociación es la que no se hace”, insistía en clave optimista un veterano empresario. Daba como prueba la feria naval que el Conselleiro apadrinó ayer y que, pese a la crisis, congregará a finales de mayo en Vigo a casi 500 marcas de 70 países. “¿Cree que si no tuviéramos nada que ofrecer iban a apuntarse tantos?”. Incluso hay quien apunta a que es posible y necesario que el sector se reconvierta hacia la industria eólica marina.

La cara B de la situación delicada para los astilleros sigue siendo el sistema de financiación de buques bloqueado en la Comisión Europea y conocido como tax lease. Guerra insistió ayer en que no va a parar hasta que se consiga un modelo de exenciones fiscales similar al de otros países europeos. A su lado, Juan Díaz Arnau, director de Novagalicia Banco, suscribía el apoyo de la entidad gallega a nuevos proyectos y recordaba que, no hace tanto, el naval significaba el 5% del PIB de la comunidad autónoma y daba trabajo directo a 10.000 familias.