Aralar propone la máxima sanción para sus tres parlamentarios críticos

La comisión de garantías de Aralar quiere imponer la máxima sanción que establecen los estatutos de esta formación a sus parlamentarios Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe. Propone “el cese en la militancia del partido y la baja administrativa como persona afiliada” para los tres cargos públicos por incurrir en infracciones que el instructor del expediente disciplinario califica de “muy graves”. La comisión de garantías ha comunicado por escrito a los tres parlamentarios que su conducta al apoyar la ponencia de paz del Parlamento, en contra del mandato de la dirección, y negarse posteriormente a poner los cargos a disposición del partido es merecedora de la pena mayor: la expulsión de Aralar.

Ezenarro, Basabe y Erostarbe recibieron el pasado 13 de abril la comunicación oficial firmada por Carlos Laburu, encargado de la instrucción, a la que ha tenido acceso este diario. Ahora disponen de 15 días para presentar alegaciones y pruebas en un recurso ante la misma comisión de garantías, que posteriormente elevará su dictamen ante el comité ejecutivo. La última palabra sobre este caso recaerá en este órgano, que fue precisamente el que solicitó abrir el expediente sancionador a los tres parlamentarios. Dani Maeztu es el único de los cuatro representantes en la Cámara que se mantiene fiel a la dirección del partido.

La comisión de garantías, reunida el pasado 11 de febrero, considera “muy grave” que los críticos actuaran “en contra” de la instrucción de la ejecutiva en la votación que aprobó el pasado 30 de marzo constituir la ponencia de paz en el Legislativo. También les reprocha no haber respondido oficialmente a los emplazamientos hechos por la dirección para que entreguen sus actas de parlamentarios. Estos hechos, según el escrito del instructor del caso, suponen quebrantar los artículos 18.5, 18.6, 61.10 y 61.11 de los estatutos de Aralar.

Los dos primeros enunciados obligan a los cargos a “respetar y cumplir las decisiones democráticamente adoptadas por los órganos competentes” del partido y a guardar “lealtad a la organización no actuando ni pública ni privadamente de manera que la imagen, buen nombre o credibilidad de Aralar quede dañada”. Los otros dos les vincula a “tener su cargo a disposición de los órganos competentes de Aralar” y a “guardar disciplina de voto según el sentido acordado en los órganos competentes” de la formación.

El órgano de control califica de “muy grave” la conducta de sus cargos

La vulneración de dichos artículos, hace constar la comisión de garantías en su comunicación, lleva aparejada la máxima sanción, esto es, el cese en la militancia y la baja como afiliado del partido.

Si el expediente sancionador se resuelve en estos términos, Ezenarro, Basabe y Erostarbe serían despedidos del partido, aunque podrían mantener sus escaños en el Parlamento y formar grupo propio para lo que resta de legislatura. En la única aparición pública de los tres afectados para tratar este asunto, el pasado 4 de abril, aseguraron que no iban a renunciar a sus cargos. En el caso de Erostarbe, la repercusión sería doble, puesto que también desempeña el cargo de alcalde de Elgeta como representación de Aralar.

Los parlamentarios tienen 15 días para presentar las alegaciones

Todo apunta a que la crisis interna abierta en Aralar desembocará en el peor de los desenlaces, a la vista de la falta de sintonía y la ruptura de relaciones que se dio el pasado 4 de abril tras los mensajes por ordenador y móvil que se cruzaron Ezenarro y el coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, según consta en el documento titulado “El affaire del Parlamento” elaborado por la dirección del partido.