Conde Roa anunciará hoy su dimisión

Gerardo Conde Roa anunció esta tarde a sus concejales que dimitirá como alcalde de Santiago en una reunión que tuvo lugar en la sede del PP y que fue presidida por Alberto Núñez Feijóo. Conde Roa abandona después de su declación el pasado jueves en el juzgado como imputado en un presunto delito de evasión fiscal por no declarar el IVA de la venta de 61 viviendas, que sumaba 291.000 euros. La decisión la avanzó el alcalde al líder del partido en Galicia y a sus ediles un día antes de que el juez decida sobre su imputación y después de haber recibido presiones dentro y fuera de su partido para que abandonase la alcaldía. El principal candidato a sucederle es el actual primer teniente de alcalde y concejal de Cultura, Ángel Currás.

La renuncia de Conde Roa, tras diez días aferrándose al cargo pese a las crecientes presiones para que dimitiese, primero de la oposición municipal y autonómica y luego de su propio partido, se acordó esta tarde tras la intervención personal de Feijóo. El presidente de la Xunta y del PP gallego se reunió con el alcalde de la capital de Galicia y los concejales de su partido en la sede regional de los populares. Feijóo se fue sin hacer declaraciones tras el encuentro que duró aproximadamente una hora y media. Tampoco el partido ni Conde Roa emitieron ninguna declaración oficial, pero fuentes conocedoras de las conversaciones confirmaron a este diario que el alcalde hará pública hoy su dimisión.

La presión para que Conde Roa abandone el cargo se había redoblado en los últimos días. Esta misma mañana, el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, del PP, aseguró que es "fundamental" que "se clarifique cuanto antes" la situación judicial del regidor santiagués y recordó que los ciudadanos "son cada vez más exigentes" con el comportamiento de los políticos.

 Hacienda acusa al alcalde compostelano de no haber declarado IVA por la venta de pisos de protección oficial. Según consta en el expediente, Conde Roa, administrador único de Geslander Proyectos de Edificación SL, defraudó en esa transacción casi 300.000 euros. De ahí que el ministerio público recurriese a la vía penal, puesto que a partir de los 120.000 euros de evasión fiscal durante una anualidad, la sanción excede del ámbito administrativo y pasa a considerarse un delito contra la Agencia Tributaria castigado con penas de cárcel.

El propio Conde Roa reconoció el pasado lunes que el IVA que cobró a los compradores de los pisos que construyó su empresa Geslander Proyectos de Edificación fue directamente a manos de los bancos y de los proveedores a los que debía dinero, pero insistió en que esa conducta no puede considerarse un fraude a Hacienda e incluso se puso como ejemplo: “Gente que se ponga a pecho descubierto como José Tomás delante de un buen morlaco, siendo un cargo público, al que conoce todo el mundo... Voy allí a pecho descubierto y pidiendo vez y diciendo aquí estoy. A ver cuántos lo hacen, que me gustaría verlo”. Esta colaboración, según al alcalde, abogado de profesión, le exime del delito de fraude y lo deja todo en una deuda. “Una cosa es la existencia de una deuda tributaria, al igual que pueden tener miles de ciudadanos, y otra es que haya fraude, entendiendo por ello la ocultación deliberada de datos que vaya en perjuicio de la Hacienda Pública”, explicó. Sin embargo, según sus propias palabras, ese dinero no se notifica siempre a Hacienda, sino que “depende”. “En algunos casos se hace y en otros se espera a que Hacienda lo requiera”.

La línea de defensa argumental de Conde Roa y la seguridad de que el proceso judicial va a continuar dada la consistencia de los datos aportados por Hacienda a la fiscalía, no ha hecho más que ir aumentando la dimensión del incendio y colmando la paciencia de Feijóo y de la dirección regional del PP. Con las elecciones autonómicas cada vez más cerca, el presidente de la Xunta no podía arriesgarse a varios meses de proceso judicial contra un alcalde que no paga sus impuestos mientras la presión fiscal sobre los ciudadanos no deja de aumentar. Y Conde Roa ha tenido que tirar la toalla.