Millet paga en el MNAC

Al pie de la letra. Así ha cumplido Fèlix Millet, imputado en el caso Palau junto con su mano derecha, Jordi Montull, la orden de embargo de dos de los bienes que el juez le había reclamado para hacer frente a los 24 millones de euros de fianza. El 2 de abril, pese a que era lunes y estaba cerrado al público, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (NMAC) recibió la visita de Millet, quien personalmente, en compañía de un conductor y una tercera persona, llevó en un vehículo particular dos de sus joyas más preciadas: los cuadros Retrato de la niña Sardà, de Ramon Casas, y Figura de mujer, de Isidre Nonell, tal como el juez le había ordenado.

Millet, por tanto, no utilizó un servicio de transporte especializado, como marcan los protocolos de movimientos de obras de arte. Tampoco consta que haya contratado ningún seguro que pudiera hacer frente a posibles eventualidades durante el transporte. En cambio, sí cumplió el plazo previsto: el juez fijaba 10 días laborables desde el momento en que el MNAC hubiera recibido y aceptado el encargo, lo que ocurrió el pasado 15 de marzo y fue comunicado a Millet al día siguiente. Responsables del museo habían asegurado que ellos custodiarían las obras “desde el momento en que ingresaran en sus instalaciones”, pero que en ningún momento se encargarían del transporte.

No es la primera vez que una de estas obras visita el museo de la montaña de Montjuïc de Barcelona. En 2001, la pintura de Ramon Casas, un óleo de 1893 de 92 por 48 centímetros, que retrata a la hija de una familia de la burguesía catalana, se pudo ver durante la antológica que se organizó con obras suyas, y en 2009 el cuadro de Nonell también se prestó para una exposición que organizó la Fundación Caixa de Girona. En ninguna de las dos Millet quiso que se hiciera público su préstamo. Ahora las obras no se podrán exponer en ningún momento por ser un depósito judicial (así lo ha confirmado el MNAC) y permanecerán en el almacén del museo, junto al resto de los miles de piezas que no se muestran de forma habitual.

Lo extraño es que un delincuente confeso siga teniendo en su poder productos de ese saqueo. Es una sorpresa detrás de otra", se lamenta Joan Llinares

Existía cierta incertidumbre por la posibilidad de que se entregara solo una de las obras. En julio de 2010 los abogados de Millet solicitaron permiso para vender el cuadro de Nonell por 220.000 euros, para el que aseguraban que tenían un comprador, con la intención de que se pudieran pagar los gastos judiciales del proceso, algo que los nuevos responsables del Palau, con Joan Llinares a la cabeza, desaconsejaron. “El precio era inferior al valor de la obra, nunca menos de 300.000 euros, no se habían peritado correctamente y eran obras adquiridas con dinero del Palau que debían depositarse en el MNAC hasta que se aclarase el asunto. Por eso bloqueamos su venta”, asegura Llinares.