La policía restituye al jefe de la Udyco en Sevilla tras el robo de droga en Jefatura

Regreso después de cuatro años de pesadilla. La Dirección General de la Policía ha restituido en el cargo al jefe de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de Sevilla, después de apartarle en 2008 por su imputación en el robo de 154 kilos de cocaína y heroína. Francisco T. solicitó el pasado invierno su regreso al frente de la unidad después de su absolución judicial, y tras haber sido acusado de estar vinculado al clan de narcotraficantes de Los Barriga.

La decisión supone una marcha atrás por parte de la Dirección General de la Policía, que apoyó en un principio la investigación de Asuntos Internos cuando acusó al jefe de la Udyco y dos jefes de grupo de ser los responsables y posteriormente de haber encubierto la grave sustracción de la droga de los calabozos de la Jefatura Superior sevillana. Asuntos Internos fue muy cuestionada por los sindicatos policiales, y fuentes cercanas a los tres mandos imputados acusaron a los investigadores de tomarles como "cabezas de turco" pese a que los indicios apuntaban al expolicía Lars Sepúlveda, en prisión provisional.

La suspensión del alto mando al frente de la Udyco vino motivada por su imputación vinculada al clan de Los Barriga, pero no por su acusación de haber encubierto el robo de la droga, de ahí que la Dirección General mantuviera a los dos jefes de grupo, cuyo ascenso a inspectores jefe se llevó a cabo pese a su imputación. De este modo, Francisco T. se reincorporó ayer a su despacho en la Jefatura Superior procedente de la comisaría de centro de Sevilla, adonde había sido relegado. 

A pesar de la sentencia firme de la Audiencia Provincial que hace un año absolvió al jefe de la Udyco de proteger a los narcotraficantes, la Dirección General de la Policía optó por ignorar su restitución, y no ha sido hasta ahora, después de que el alto mando presentara su instancia, cuando este ha sido restituido. La Udyco de Sevilla mantiene abiertas investigaciones tan importantes como la de Bahía Competitiva de Cádiz sobre el desvío de fondos públicos, o el robo de 30 kilos de droga en la sede del Instituto Nacional de Toxicología.