‘Justizia’ en la calle y 69 testigos

La última sesión del juicio en la que hay testificaciones por el asesinato de Amaia Azkue coincidió ayer con el aniversario de la muerte de la mujer de 39 años, vecina de Zarautz, cuyo cadáver apareció el 16 de marzo de 2011 en el embalse Ibai-Eder de Azpeitia con fuertes signos de violencia. El acusado, Ander E., que cuando ocurrió el crimen tenía 17 años, se enfrenta a la pena máxima prevista para un menor; diez años de internamiento cerrado y cinco de libertad vigilada por asesinato y robo con intimidación, entre otros delitos que se le imputan.

Los abogados de la acusación y la defensa están con la vista puesta en el lunes cuando las partes elevarán a definitivas sus conclusiones. Será entonces cuando el juicio, que se celebra en los Juzgados de Menores de San Sebastián a puerta cerrada, quede listo para sentencia, aunque la complejidad del mismo puede retrasar estos plazos. Durante los cinco días de la vista oral han pasado por el juzgado 69 testigos y se han presentado seis pruebas periciales.

El lunes se harán los alegatos finales y el caso quedará visto para sentencia

La defensa utilizará en su alegato el argumento de que existen “dudas razonables” para incriminar al acusado así como el hecho de que ningún testigo vio la cara al acusado. En los vídeos presentados por la Ertzaintza como prueba pericial no se garantiza su identificación. La grabación de las imágenes del presunto asesino cuando extrae dinero —300 euros— del cajero de una sucursal o cuando pasa el automóvil por el peaje de la autopista de Zarautz no permiten obtener una descripción exacta del sujeto aunque “se asemeja” al físico del acusado.

“Si existen interrogantes sobre si estaba solo o no también puede haberlas sobre si cometió el asesinato”, plantean fuentes cercanas al acusado. La defensa intentará, además, contrarrestar todos los argumentos que utiliza la acusación, que se reafirma en su inocencia, para justificar el móvil económico. “Dependiendo cuál sea el móvil, los hechos serán más o menos coherentes y con el móvil del robo nadie se cree que mate así a una persona”, señalan las mismas fuentes.

Los padres del acusado declaran que es “incapaz de hacer algo así”

Cuando se preparó la declaración de los seis testigos aportados por la defensa; los padres de la novia, los padres del acusado, la novia y la abuela, la consigna fue decir la verdad. “No solo para no cometer perjurio. En este caso, la verdad nos viene bien porque acredita que el acusado no era violento como se demuestra en los hechos [la mujer tenía el cráneo abierto y estaba maniatada]“, afirman fuentes próximas a la defensa. Los padres, amigos y familiares han declarado que “no es capaz de hacer algo así”. Ander E. procede de una familia acomodada de Azpeitia, no tenía necesidades económicas y estudiaba un módulo de FP en Antoniano Ikastetxea, en Zarautz, donde su familia tiene una residencia. No era buen estudiante.

Por su parte, la acusación particular y la Fiscalía van a incidir en su alegato final en que la versión del acusado cuando incrimina a una tercera persona en el crimen de Amaia Azkue no es creíble porque es confusa e incoherente. Según fuentes del caso, el acusado durante un episodio sobre el robo de una motocicleta se exculpó también diciendo que había sido otra persona. Además, la acusación incidirá en la falta de coartada del joven y en que las pruebas de ADN y huellas dactilares le incriminan como autor del asesinato de Amaia Azkue.

Los familiares y amigos de Amaia Azkue, por su parte, se agruparon ayer en numerosas concentraciones en su recuerdo. Así, en las escalinatas del Palacio de Justicia donostiarra una pancarta pedía Justizia para la víctima y otra rezaba: Guztiok gara Amaia (Todos somos Amaia). La Coordinadora Feminista de Urola Kosta organizó movilizaciones en Getaria, Azpeitia, Zarautz, Zumaia y Orio.

Durante toda la semana se han sumado a las concentraciones concejales de Zarautz, la Asociación de Padres de Orokieta, ikastola donde estudian las hijas de la víctima, en compañía de otras personas.