El Gobierno da por hecho que el PP aceptará la ponencia parlamentaria
Aralar acepta por tercera vez posponer el debate para atar el máximo consenso
La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, recalcó ayer que el Ejecutivo ni siquiera “contempla” la posibilidad de que el PP se descuelgue al final de la constitución de la ponencia parlamentaria sobre el final de ETA propuesta por el lehendakari, Patxi López, en su comparecencia del jueves pasado y cuyos apoyos y formalización están pendientes del debate de una moción previamente presentada por Aralar.
Este debate se producirá finalmente en un último pleno ordinario de este mes, previsto para el próximo día 30, antes de la sesión de control al Gobierno. Aralar lo exigió así en la reunión de ayer de la Junta de Portavoces —el pleno de la víspera coincide con la huelga general, que ese grupo secunda—, tras acceder a aplazar por tercera vez la discusión de su iniciativa. Ello da más tiempo y oportunidad al consenso. Cabe supone que esta disposición tan receptiva a las sucesivas peticiones de retraso obedece a garantías suficientes de que habrá acuerdo final.
Dicha fecha, una vez celebradas las elecciones andaluzas del día 25, ante las que el PP nacional no quiere ni la mínima interferencia o dar munición, por ejemplo, a UPyD, parece más propicia para que los populares vascos recobren su libertad de movimientos en este tema, que tuvieron casi cerrado con el resto de los grupos la víspera de la comparecencia de López en la que expuso sus propuestas para la gestión del fin del terrorismo y el nuevo periodo que se abre.
El debate se aplaza al día 30 y no interferirá en la campaña andaluza
La cuestión no está, vino a decir Mendia, en manos del Gobierno, sino de los grupos parlamentarios, para los que la portavoz reclamó “margen para negociar, pactar y acordar”. Pese a esa afirmación, la interlocución entre el lehendakari, Patxi López, y el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, y entre el consejero de Interior y coordinador del Gobierno, Rodolfo Ares, y el secretario general popular, Iñaki Oyarzábal, seguirá abierta en los días que mediarán hasta el debate definitivo.
Mendia se mostró convencida de que habrá acuerdo y consideró que los únicos grupos que previsiblemente no estén en él, atendiendo a las posiciones que expusieron en el pleno del jueves pasado, serían EA y UPyD. El primero hace suya la presencia de la izquierda abertzale en igualdad de condiciones que exigió en la sala de prensa de la Cámara la portavoz de los radicales, Maribi Ugarteburu. UPyD, justo desde el planteamiento opuesto, teme que ese foro sirva a intereses de la antigua Batasuna. “Lo importante es conseguir un acuerdo mayoritario para abordar el fin del ciclo terrorista”, adujo Mendia.
La portavoz se mostró receptiva incluso a la anunciada intervención del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, que ha querido hacerse presente en esta cuestión, pese a su ausencia del Parlamento por las incompatibilidades que rigen en su partido entre cargos internos y públicos. Si el trabajo de Urkullu “es positivo y suma también para conseguir el acuerdo”, bienvenido sea, vino a decir. “Al final se trata de que todos trabajemos para sacar adelante el país: superar la crisis y conseguir la libertad en Euskadi”, abundó la portavoz, quien añadió que esas dos cuestiones “deben quedar fuera de la pugna política”.
Mendia apela a dejar la cuestión “fuera de la pugna política”
Sobre los dos parlamentarios que pueden no estar en el consenso, Mendia apuntó que su ausencia no supone para la ponencia ninguna carencia esencial. Otra cosa sería que no estuviera el PP, pero eso lo descartó. “A día de hoy, el escenario que contemplamos es amplio, incluyendo al PP”, incidió. Con los grupos que están en la cocina, populares incluidos, “es suficiente”.
Se trata de la tercera vez que Aralar acepta el retraso para facilitar el consenso, pese a que esa disposición ahonde las diferencias entre su grupo parlamentario y la dirección del partido. La primera lo hizo a propuesta del PSE, que le pidió dejarla para después de la comparecencia del lehendakari. La segunda fue el jueves pasado —seguía en el orden del día al debate de las propuestas de López— por el descuelgue del PP y la tercera, ayer mismo.
Con las dos últimas, Aralar trata de facilitar que el PP se sume al consenso. Este partido cerró prácticamente un acuerdo la tarde del miércoles, horas antes de la comparecencia de López, pero lo deshizo durante la sesión. En público adujo que temía que se admitiera en la ponencia a la izquierda abertzale ilegalizada, pero no se movió de la negativa cuando el portavoz socialista, José Antonio Pastor, y el propio lehendakari le dieron garantías de que no será así. De ello todo el mundo sacó la impresión de que eran otras las razones: las elecciones en Andalucía y Asturias, por un lado y, por otro, el recelo del Gobierno central a que ese foro le marque el paso o se convierta en su contrapunto en la gestión del fin del terrorismo en general y en la aplicación de la política penitenciaria en particular.
Loza inicia un plan de gestiones “discretas”
El Comisionado para la Convivencia, Jesús Loza, empezó ayer a trabajar esbozando un plan de trabajo para su nuevo cometido y continuó "gestiones discretas" que ya venía realizando antes de su designación.
Aunque no será oficialmente nombrado hasta la semana próxima —en contra de lo que ayer anunció el propio Ejecutivo en un comunicado oficial—, inició sus funciones de modo oficioso, pero pleno, según fuentes socialistas. Trabajará en la sede de Lehendakaritza, en estrecho contacto con Patxi López, a cuyo equipo más inmediato se incorpora.
Esta semana simultaneará sus nuevas funciones con la conclusión de las que abandona en la Cámara: ayer compatibilizó una primera reunión oficial con el lehendakari y la asistencia a la reunión semanal de la Mesa de la Cámara y la Junta de Portavoces, así como a una entrevista con un activista saharaui. Hoy participará por última vez en una reunión de la ponencia parlamentaria de víctimas del terrorismo, su dedicación prioritaria los últimos años, y en la que el consejero de Interior, Rodolfo Ares, presentará un informe sobre las personas que tuvieron que abandonar Euskadi por amenazas, extorsión o tras atentados de ETA. También asistirá al pleno de la Cámara del jueves.
Loza proseguirá su trabajo imprimiendo su nueva condición a la interlocución que ya mantiene con los grupos parlamentarios y los partidos vascos. Lo mismo cabe decir de las asociaciones y fundaciones de víctimas, tanto en Euskadi como en el conjunto de España. Hará lo propio con Eudel y “otras instituciones”, entre ellas el Gobierno central y, posiblemente, las Diputaciones. De momento, no tiene previsto hablar con la izquierda abertzale ilegalizada.
Loza tiene andados esos caminos en su práctica totalidad, gracias a su dedicación de años a las víctimas y a un “talante” que ayer alabó la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia. “A cualquier otra persona le habría costado un año solo establecer los contactos y contar con una agenda y un acceso tan abierto como tiene Loza” a los agentes con los que tendrá que trabajar, argumenta el Ejecutivo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.