Cataluña teme que Rajoy se escude en el déficit para no pagar las deudas
CiU augura nuevos ajustes: “ha habido recortes y continuará habiendo”
El Gobierno catalán respiró ayer aliviado tras conocer que la reducción adicional de déficit que tendrá que hacer el Ejecutivo central no afectará a las comunidades autónomas. Pero el alivio dista de ser completo, ya que lo que teme la Generalitat es que el Gobierno central utilice este nuevo recorte como argumento para no pagar la deuda de 759 millones que mantiene con Cataluña por las inversiones planificadas pero no ejecutadas. El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, dijo que, aunque no se cargue a las autonomías con el nuevo tope de déficit “lo que no puede pasar luego es que se dejen de atender las deudas que hay con Cataluña” con la excusa de que no hay más dinero.
La Generalitat todavía alberga expectativas de que el Gobierno de Mariano Rajoy pague este año los 759 millones que el Ejecutivo del PSOE dejó sin pagar en diciembre. Se trata del importe correspondiente a las obras que la administración central presupuesto en Cataluña para el ejercicio 2008 y que nunca se realizaron. El Estatuto catalán dictamina que en este caso el Gobierno debe transferir el dinero a la Generalitat. El ejecutivo de Artur Mas está pendiente de si finalmente se hace este pago para ajustar el Presupuesto de este año.
Para el portavoz, "sería un contrasentido" que el Gobierno se compromeiese a asumir él este recorte de 5.000 millones de euros adicional y, no obstante, luego acabase repercutiendo en que no se pagan las deudas pendientes con Cataluña.
El PP catalán dio por descartado el lunes que los Presupuestos Generales del Estado incluyan este pago y solo da por hecho que sí incluirá la partida por el mismo concepto que toca para este año: 211 millones. Quedarán pendientes los 1.400 millones correspondientes al fondo de competitividad.
Francesc Homs señaló en rueda de prensa que “lo prudente es esperar a ver cómo se concretan” los presupuestos estatales. “De recortes y ajustes los hay y los continuará habiendo, mal que nos pese, pero para saber su alcance debemos esperar a tener conocimiento de cómo quedan estos presupuestos”, afirmó. La dimensión de los nuevos recortes vendrá condicionada, según Homs, por la revisión a la baja de las previsiones de ingresos que pueda hacer el Gobierno, así como por “si se consignan o no las deudas pendientes con la Generalitat”.
De momento, la primera medida ha sido un recorte adicional de los sueldos de los 230.000 trabajadores públicos catalanes. Al 3% de recorte ya anunciado, a finales de año se les recortará otro 2%, que se les descontará de la paga extra de diciembre.
La portavoz adjunta del PSC, Laia Bonet, exigió al Gobierno de CiU una actitud “más firme” hasta que no se concrete cuáles son las administraciones que deben ajustar más su déficit ante las exigencias de la UE y expresó su confianza en que los presidentes de España y Cataluña, Mariano Rajoy y Artur Mas, no acuerden un nuevo ajuste en servicios sociales.
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