“No hacen falta 50.000 pisos de un millón, pero sí otros baratos”

Eraikune, el clúster de la Construcción de Euskadi, celebró ayer en Bilbao su asamblea general anual. Su director, Juan José López del Corral, cree que el futuro del sector pasa por la rehabilitación y el mantenimiento de los edificios ya construidos.

Pregunta. ¿Cómo está la construcción en Euskadi?

Respuesta. Mal. De representar el 13% del PIB en 2008 ha bajado al 7% de 2011. Llevamos 16 trimestres seguidos bajando. Ahora se están construyendo en España unas 80.000 viviendas al año. Los cinco años anteriores a la crisis de 2008 se construyeron 800.000. La caída es brutal. En Euskadi no ha sido tan fuerte. Es cierto que, sin contar a los autónomos, desde 2008 hasta hoy se ha perdido aquí en torno al 25% del empleo en el sector, pero las firmas directamente relacionadas con la construcción siguen siendo unas 30.000. Somos los segundos más numerosos tras los servicios.

P. ¿Qué subsectores o gremios lo están pasando peor?

R. Todo está parado. Los constructores dicen que las más perjudicadas son las empresas grandes y los arquitectos creen que son ellos. La realidad es que todos lo están pasando mal.

P. Euskadi construye al año 4,2 casas por cada mil habitantes; la media europea asciende a 7,7. ¿Hacen falta viviendas?

R. Hace falta un número mínimo para el crecimiento demográfico. Sigue habiendo 80.000 apuntados en Etxebide. ¿Hacen falta esas casas? Esa es la pregunta. Seguramente no hace falta lo que estábamos haciendo hasta ahora. No hacen falta 50.000 pisos de un millón, pero sí otros más baratos o con algún tipo de protección, al menos en Bizkaia y en Gipuzkoa.

P. ¿Si no hacen falta tantas casas, qué futuro tiene el sector?

R. Rehabilitar. En el caso de Bizkaia, por ejemplo, está la zona que va de Deusto a Las Arenas. Seguro que todo lo que hay se puede mejorar. Muchos barrios se hicieron rápido, sin rigor, porque hacían falta hogares para los trabajadores. Hay mucho por hacer. Hay un millón de viviendas en Euskadi y 750.000 no tienen ningún aislamiento. Estamos tirando el dinero; es como si estuviéramos andado con coches de los cincuenta. No es sostenible. Y no es que estemos buscando una salida para los que se han quedado sin trabajo en la construcción, sino que existe esa necesidad.

P. ¿Son viejos los edificios?

R. Del millón de viviendas, 750.000 están construidas antes de 1980, que es cuando se creó la primera normativa térmica de aislamiento de edificios. 750.000 casas en Euskadi tienen más de 30 años. Hay estudios sobre cuánto contribuye el sector residencial al cambio climático, las toneladas que genera de CO2, y los datos son escandalosos. No es posible que haya tanta vivienda sin aislamiento, sin ascensor... El futuro pasa por la mejora de esas infraestructuras que ya existen.

P. ¿Quién asumirá ese gasto?

R. En un edificio hay muchos propietarios y habrá quien no quiera saber nada de gastarse 30.000 euros en una reforma. Las comunidades de propietarios tendrían que funcionar como entidades con más empaque, portal a portal o barrio a barrio. Y habría que buscar financiación institucional para que no todo sean inconvenientes para los dueños.

P. ¿Deberían crearse normativas que obligasen?

R. Ya se están impulsando foros. En 2020, por ejemplo, todos los edificios nuevos de casas deberán ser casi cero emisivos. Hay mucho por hacer. La conciencia aún no está en el sector de la vivienda. Nadie discute que no se puede circular con un coche sin ITV, pero un edificio sí puede estar 80 años sin mantenimiento.